Sin árbitro y con mucha diversión, el fútbol gana las calles de Montevideo

Jugar y divertirse. Con esa consigna y bajo el lema "Donde derechos y valores son goles", unos 250 jóvenes latinoamericanos tomaron una calle de Montevideo en el puntapié inicial de la quinta edición del Encuentro Latinoamericano de Fútbol Callejero.
Los equipos -con cinco integrantes cada uno- se reúnen en el centro de la improvisada cancha y debaten con qué reglas jugarán. Es el primer tiempo, al que siguen 12 minutos de juego propiamente dicho, en el que los jugadores muestran sus habilidades en un ambiente de distensión, aunque se agarren la cabeza cuando el contrario marca un gol.
El tercer tiempo es un espacio de reflexión en el que analizan si cumplieron con las normas y se llega al puntaje final, que depende no solo de los tantos anotados sino también de si se respetaron las reglas establecidas de mutuo acuerdo.
"Una regla pueden ser que sea saque libre, una falta puede ser tocarla con la mano, pero que se note. Las faltas las cobramos entre nosotros, no hay árbitros", explica Kevin, que juega desde hace un año al fútbol callejero en Santiago de Chile.

Para Mariana, de 18 años e integrante de la asociación Los Pioneros de Perú, "es jugar fulbito entre hombres y mujeres sin discriminar el género, ni el tamaño ni la raza. Y jugar limpio, aprender valores, aprender a respetar las reglas, ser solidarios".
Asegura que juega fútbol "desde chiquita" pero se integró hace cuatro años al grupo, con el que practica tres o cuatro veces por semana.
"Una regla diferente al fútbol tradicional es que tienen que jugar todos, que no puedas agredir a una mujer, que el gol de la mujer puede valer doble. Si cometes una falta tienes que saber reconocerla", indicó la joven, que enfatiza que, ante todo, se divierten.
El argentino Maximiliano Flores, de 27 años, jugó durante años en la sureña provincia de Neuquén de su país y ahora llegó al encuentro como coordinador del grupo Fútbol inclusivo que funciona en la provincia de Buenos Aires.
"Es una oposición al fútbol tradicional, sabiendo que ese es un negocio. En esto los pibes (adolescentes) son protagonistas realmente, ven que se pueden divertir sin un árbitro", aseguró a la AFP.
"La metodología es muy abarcativa, es entender el fútbol como juego y como herramienta para promover los valores y formar organizaciones sociales", destacó, confiando que la modalidad "se multiplique por más barrios y más países".
- Jugar y ser feliz
El fútbol callejero "es un fútbol mixto que trabaja los valores humanos, que genera la posibilidad de una convivencia pacífica, que enseña conceptos de resolución de conflictos y que básicamente es un espacio de recreación donde los chicos pueden integrarse y aprender unos de otros", explicó a la AFP Adán Parreño, coordinador del Programa de Fútbol Callejero de la organización uruguaya Mundo Afro, organizadora del encuentro.
Quienes juegan "no necesariamente tienen que saber jugar al fútbol sino que procuramos que se sientan integrados, que puedan participar. En torno a esto existen otros componentes que hacen a la formación, la educación, la transformación social y la generación de oportunidades", agregó.
Equipos de Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú, Venezuela y Uruguay participan de este encuentro que integra a personas de diferentes orígenes culturales o raciales, en el marco de un programa que está orientado a los contextos más críticos, "aquellos que necesitan una herramienta con estas características".
Parreño fue quien introdujo la modalidad en Uruguay en el departamento de Rivera (norte) y cree que este encuentro "es la oportunidad para expandirla".
El encuentro fue inaugurado por el presidente uruguayo José Mujica, quien llamó a los jóvenes a respetar la vida y evitar la droga.
"Jueguen a la pelota pero por favor cuiden y respeten la vida, que la vida es el capital mayor que tienen. No dejen que se la roben, no dejen que se la transformen en falopa (droga), no dejen que les robe la vida las rejas. No se embalen jamas por el triunfo fácil, todo triunfo significa laburar (trabajar) y sudor, no hay ningun triunfo a la vuelta de la esquina", aseguró "Pepe" Mujica, que fue ovacionado por los futbolistas.
El torneo continuará el miércoles con un seminario sobre transformación social y convivencia ciudadana, y culminará el jueves con la final del torneo en la explanada del municipio de Montevideo.
¿Quieren ganar? Los jóvenes encogen los hombros. "Lo importante es que todo el mundo pueda jugar y ser feliz", asegura una sonriente futbolista de la Fundación Eprocap, de la brasileña Sao Paulo.
 AFP 

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