Los surfistas uruguayos que le ganaron a Sandy

Ramiro Lescano y Gabriel Pazos, dos uruguayos, amigos de toda la vida que se criaron juntos en Punta Gorda, partieron antes de que Sandy golpeara Nueva York, para el lindero estado Rhode Island con el objetivo de surfear las grandes y perfectas olas que la tormenta generaría los días siguientes.


El  Observador estuvo ayer en contacto con ellos, habían salido del agua después de un par de sesiones de surfing satisfactorias y se preparaban para la noche en la que la tormenta alcanzaría su máxima potencia y también para el día siguiente, que tendría las mejores olas del viaje.

Hospedados en una casa prestada de un viejo surfista conocido, ubicada a 20 metros del mar, estaban un tanto asustados. Era ideal para un día soleado de verano, pero no para cuando una de las más grandes tormentas de los últimos tiempos está por golpear la zona.

Gabriel dijo ayer que “nos dijeron que no va a pasar nada. Que el huracán va a golpear más que nada a Nueva York y que la gente de algunas casas que están más cerca del océano no piensa moverse. Igual un poco de susto hay porque la casa está ahí, bien expuesta”.

El dúo de surfistas esperó el temporal disfrutando de una rica pizza acompañada de un vino tinto frente a un cálido fuego encendido (ver fotos). Ramiro es ducho para la cocina, es propietario del restaurant de comida uruguaya, Tabaré, ubicado en la nueva sensación de la noche neoyorquina, Williamsburg, Brooklyn.

Las fotos que pueden verse de Ramiro cocinando, fueron tomadas dos horas antes de la llegada de más fuerte de la tormenta.

Lo último que El Observador supo de ellos fue que el agua, que estaba a veinte metros, ya se acercaba bastante a la nueva embajada uruguaya en Rhode Island y que se habían quedado sin luz.

En la mañana de hoy, cuando se comenzó a hacer el relevamiento de los uruguayos en la tormenta, la primera llamada realizada a Gabriel respondió la contestadora. Inmediatamente después se llamó a su amigo, Ramiro, que contestó con voz de dormido. La débil señal terminó con la llamada en pocos segundos. Por lo menos se supo que estaban bien.

Luego Gabriel respondió con un un email: “Se cortó. Te decía que nos quedamos sin luz. Hubo vientos fuertes, se cayó un árbol de la casa y la playa en donde estamos es de piedras de canto rodado y el mar subió como una cuadra y destruyó un poco la calle. Ahora estamos en la bahía donde surfeamos y no pudimos pasar por inundación”.

Horas más tarde, en Facebook aparecieron varias fotos de los dos amigos frente al océano, un autorretrato que decía “continúa el viaje, estamos a salvo” y otras mostrando un lejano pico con olas de izquierdas y derechas perfectas. El GPS de su celular marcaba que estaban en Town of Narragansett, Rhode Island, disfrutando de las olas que Sandy envió y ellos fueron a buscar.
Pablo Zanocchi|El Observador

Comentarios