A 25 años de otro milagro más allá de la cordillera

Un momento mágico. Único. Irrepetible. Un instante que hoy cumple 25 años. Un gol que marcó una carrera. Un gol que dio la quinta Libertadores; la última hasta el momento.

Tanto se ha hablado y tanto se ha visto aquel agónico gol de Aguirre en Santiago. Iban 120 minutos y los colombianos de América de Cali ya estaban festejando. Pero se quedaron con las ganas por culpa de un grupo por el que, antes de aquella Copa de 1987, pocos daban algo.
El gol de Aguirre fue tremendo. Pero para que eso se diera, mucho que ver tuvo otro gol: aquel del "Bomba" Villar sobre el arco de la Ámsterdam para poner el 2-1 en la segunda final, también en los últimos minutos, y llevar así la definición a Santiago.
"Está lindo para hacer un gol hoy", le comentó un amigo de Minas antes del partido y con el estadio ya repleto. "Ah... si entro y hago un gol me cuelgo del portón de la platea, a lo Morena", le respondió Villar. Precisamente, cuando el "Bomba" estaba por ingresar, Morena comentó para un canal de España que lo conocía bien de las formativas y le pegaba muy bien a la pelota quieta. Minutos después, le dio la razón, para arrancar en una loca carrera hacia el portón de la platea América.

Quiso el destino que hoy, 25 años después, Villar esté trabajando en Los Aromos, en Peñarol. Y no es el único. De aquella generación que levantó la Copa hace 25 años, son hoy aurinegros Jorge Goncalves (técnico de la Tercera), Oscar Ferro (técnico de Sub 16), José Perdomo (técnico de Sexta), Miguel Santos (en Los Aromos) y desde hace dos días Carlos Sánchez (gerente deportivo).
En tanto, Aguirre, el del gol que quedó en la historia, siguió grabando a fuego su huella en Peñarol a fuerza de títulos como técnico. "Dito" Da Silva comenta los partidos del aurinegro en la radio y otros campeones han ido y venido en trabajos dentro del club.
Aquellos muchachos bajo el mando de Tabárez y el capitán Eduardo Pereira, fueron los últimos "manyas" en besar la Libertadores.
DIEGO PÉREZ|Ovación

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