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Los cirujanos negocian con ASSE y garantizan guardias


El gobierno y los cirujanos instalaron ayer una mesa de negociación que se reunirá todos los días para atender los reclamos de los especialistas. Pretenden que este ámbito sea de "breve duración" y mientras tanto se garantizará la asistencia.



Finalmente ayer los cirujanos y el gobierno lograron sentarse cara a cara en una mesa de negociación para ponerle fin a un conflicto que derivó en unas 80 renuncias de los especialistas a sus puestos de trabajo en las guardias de los hospitales públicos.

Los cirujanos se comprometieron a "suspender" las renuncias y garantizar la cobertura en las puertas de emergencia mientras dure la negociación. La presidenta de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), Beatriz Silva, aseguró que será una "mesa de breve duración" y que se reunirá, desde este miércoles, todos los días hasta alcanzar un acuerdo.

El eje central de la discusión pasará por acordar el pago que se les adeuda a los cirujanos por concepto de nocturnidad, que supone un 30% más sobre el valor hora. Esto había sido acordado en un convenio firmado entre las partes en el año 2008.

Antes que se dispare el conflicto, con las amenazas de renuncias latentes, las autoridades de ASSE habían ofrecido pagar la nocturnidad a través de la presupuestación de los cirujanos que están contratados bajo el régimen de Comisión de Apoyo. Así se regularizaba su situación contractual con el Estado y dejaban de estar "en negro" como los propios especialistas denunciaron.

Sin embargo, los cirujanos sostenían que la nocturnidad se debería abonar de forma independiente a la presupuestación. El argumento es que había cirujanos que no querían presupuestarse por temor a perder cargos en ASSE.

Fuentes médicas señalaron a El País que en este ámbito de negociación que se abre ahora con el gobierno, la presupuestación será el único camino para pagar la nocturnidad. "Se inició un conflicto por estar en contra de la presupuestación de todos y se termina aceptando lo mismo", cuestionó uno de los médicos.

De todas formas, los integrantes de la mesa de negociación acordaron que durante el lapso en el que dure el trabajo ninguna de las partes difundirá detalles de la discusión "con la finalidad de no entorpecer el proceso de acuerdo".

IDAS Y VUELTAS. Desde que los cirujanos activaron las renuncias hubo una serie de desencuentros y mensajes indirectos entre las partes, además de cuestionamientos internos entre el colectivo médico.

La semana pasada, luego que se activaran las renuncias, el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) asumió un rol protagónico y propuso mediar. El presidente del SMU, Martín Rebella, se reunió el viernes con el presidente José Mujica y luego con el secretario y prosecretario de la Presidencia, Alberto Breccia y Diego Cánepa.

Se llegó a un preacuerdo que suspendía por parte del gobierno el envío al Parlamento de un proyecto de ley de emergencia sanitaria y devolvía temporalmente a los cirujanos a cubrir las guardias en los hospitales.

Además se acordaba la instalación de una mesa de diálogo a partir del lunes pasado. Ese mismo día, tras el Consejo de Ministros, Cánepa dijo que la condición para establecer una negociación era que los cirujanos retiraran en forma definitiva las renuncias.

Los cirujanos se mostraron sorprendidos. Alegaron que nadie les había comunicado sobre esta condición, al tiempo que cuestionaban la representatividad en este tema del SMU y que el gobierno los considerara como interlocutores. Por su parte, las autoridades del SMU afirmaban que sí les habían informado de las negociaciones con el gobierno.

Ayer el vocero de la Sociedad Uruguaya de Cirugía, Mauricio Gervasoni, no ocultó el "malestar" por la actitud del Poder Ejecutivo en estos días. "A través de la prensa sin una llamada formal (o informal siquiera), con incitación al repudio social", recordó.

También cuestionó la actitud del propio Mujica que, dijo, se sumó con declaraciones que definían a los cirujanos como "traficantes del dolor".

Sin otro cargo en ASSE
Del total de cirujanos que renunciaron a los puestos de trabajo en las guardias de emergencia de los hospitales públicos, hay por lo menos 14 que no tienen otro cargo en la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), dijeron a El País fuentes médicas.

Una de las puntas a resolver en esta mesa de negociación es qué se hará con este colectivo, que quedó desvinculado del Estado y no puede volver a ser contratado bajo el régimen de Comisión de Apoyo.

Una de las posibilidades que se manejan es hacer un llamado a cargos presupuestales de cirugía, en el que podrán participar los propios especialistas que presentaron las renuncias.
El País Digital

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