Danubio 0 - Peñarol 0


Danubio y Peñarol empataron 0 a 0 tras un primer tiempo que arrancó con todo pero después se diluyó. Hubo ocasiones para ambos lados pero finalmente se dividieron puntos en Jardines.



Tarde de muchas emociones en Jardines a pesar de no haber habido goles. Poco en ofensiva y buena actuación de ambos goleros para mantener los arcos en cero.
PARTIDO. Zalayeta fue la figura de Peñarol en los primeros 20 minutos. Jugando más retrasado que Olivera, el delantero fue clave en la generación de juego aurinegro. Estoyanoff, muy movedizo y desbordando continuamente, fue el socio perfecto. Eso sí, falto el gol, ese que se perdió el "Lolo" en dos ocasiones claras y muy similares. Núñez, en el medio, casi le da el primero a Danubio pero su remate fue muy débil.

Es que Danubio no se quedó atrás y se le plantó de igual a igual a Peñarol, al menos en los primeros minutos. Los tres delanteros que puso Carrasco obligaron a Peñarol a quedar con mucha gente en el fondo. Además, el conjunto local aprovechó la poca resistencia que puso Peñarol en media cancha aunque nunca logró profundizar.
De a poco el juego fue más pobre. La ineficacia a la hora de entregar la pelota y el abuso del pelotazo en algunos casos contrastaron con los primeros buenos minutos, tras lo que se esperaba un partido de mucha ida y vuelta.
En el complemento el trámite fue el mismo que el final de la primera parte. Poco juego, mucho roce y casi nula llegada a las áreas. Peñarol abusó del pelotazo ante la ausencia de Grossmüller que prácticamente no entró en juego.
Nicollini ingresó por Cristóforo pero nunca se metió en el partido. Sí entró bien Gallegos que le dio otro juego al aurinegro. Lo que no se entendió fue la variante de Zambrana por Zalayeta, el mejor por lejos en Peñarol.
Carrasco también buscó variantes con gente joven pero ninguno logró gravitar o hacer algo diferente. Fue Núñez el que tuvo en más de una ocasión la victoria en sus pies.
Recién a falta de diez minutos llegaron las dos más peligrosas de la segunda mitad. Primero fue el "11" danubiano, que obligó a Bologna, tras desparramar a Raguso. En la arremetida fue Estoyanoff, que hizo reaccionar a Ichazo; en el rebote se lo perdió increíblemente Gallegos.
Y con el partido en el último suspiro casi lo gana Danubio con una buena contra que terminó con Núñez definiendo mano a mano. Apareció otra vez Bologna para salvar al aurinegro y así decretar el empate final.
Un empate que no le sirve a ninguno tras los resultados de los demás rivales. Pudo ser para cualquiera de los dos, pero finalmente fue empate sin goles en Jardines.

ALAN VACCARO - Ovación

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