Colonización propone alcanzar las 55 mil hectáreas proyectadas mediante un fideicomiso

El Instituto Nacional de Colonización (INC) trabaja con la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND) en la formulación de un fideicomiso por 100 millones de dólares, con los cuales podrá adquirir, junto con el resto de instrumentos financieros que ya posee, las 55 mil hectáreas de tierra que tenía como objetivo en este quinquenio. El director del INC Andrés Berterreche explicó el diseño y objetivo del fideicomiso.

Al 27 de setiembre de este año, las autoridades del INC han comprado 25 mil hectáreas de tierras cuando el objetivo de los cinco años de gobierno es de 55 mil hectáreas. El INC se financia mediante los recursos presupuestales, el ICIR y el adicional del impuesto a las transmisiones patrimoniales. Berterreche sostuvo que “no alcanza para pegar el salto, necesitamos una nueva herramienta financiera”.

Para alcanzar los recursos que permitan la adquisición de esas 30 mil hectáreas restantes, Berterreche informó que el instituto estudia, con la CND, la formulación de un fideicomiso que permita el financiamiento en largo plazo que el instituto puede pagar con recursos propios, lo que se sumaría al respaldo hipotecario en tierras del INC. El objetivo es adquirir las tierras “que el mismo instituto considere importantes”, explicó. Esta nueva herramienta de financiamiento será presentada a finales de año y principios del 2013.

El INC compra un poco más de 10 mil hectáreas anuales, por lo que necesitará comprar 15 mil hectáreas los próximos dos años. El promedio en el precio de compra de una hectárea con Índice Coneat 100 es de cuatro mil dólares, aproximadamente. Por lo tanto, el INC necesitará unos 60 millones de dólares por año. Actualmente, el INC cuenta con 22 millones de dólares para la compra de tierras para el resto del período.

“En este período, por lo menos, queremos colmar la demanda del 50% de los colonos. Y esto se puede alcanzar haciendo el fideicomiso. Nuestra tierra no se da gratis, hay un arrendamiento y tenemos bastante fidelidad de pago a las deudas contraídas por los colonos, con lo que se puede recuperar mejor y dar más plata para comprar y depender menos de los recursos financieros externos. Pero necesitamos hoy una herramienta y sobre eso estamos trabajando”, sintetizó Berterreche.

Según el director de Colonización, la normativa que se trabaja con la CND "permitirá políticas claras y para un país que corre riesgo de concentración de la tierra”.

Berterreche señaló que “la idea del fideicomiso es que sea financiado por los propios uruguayos, es decir: los uruguayos se benefician con este financiamiento que no es externo, el insituto compra, hace política social y encima cobra para pagarlo a los uruguayos. Lo que se está pensando es trabajar en un sistema de competencia con las distintas AFAP”.

Según la ley, el INC puede comprar tierras a través de tres mecanismos: la adquisición directa, la expropiación, y por el artículo 35, que establece la obligatoriedad de ofrecer al INC la adquisición de los campos puestos en compraventa de 500 hectáreas e índice Coneat 100. Históricamente, la opción por el artículo 35 fue la más utilizada por el INC.

INC prioriza la adjudicación colectiva de la tierra
Andrés Berterreche señaló que el INC prioriza el acceso colectivo a la tierra por razones productivas y económicas. Los destinatarios fueron, por ejemplo: productores de caña de azúcar en Bella Unión, tamberos con producción familiar de distintas organizaciones de productores, ganaderos que accedieron a la tierra, grupos de jóvenes con proyectos de producción ovina, aumento de la productividad en campos colectivos. “Todo lo planificado se viene cumpliendo”, finalizó.

Las prioridades de esta administración son: los campos colectivos, la frontera, la lechería, la caña de azúcar, las producciones intensivas, los campos de recría colectiva, las organizaciones de productores en el territorio y los asalariados rurales.

“Por ejemplo, tenemos un proyecto presentado por el sindicato de los trabajadores del arroz, por la cual empezamos a trabajar en el proyecto con la visión de que a lo mejor es necesario expropiar. Como vimos un campo que no llegaba a las 500 hectáreas Coneat y se retiró, vamos por la expropiación de otro campo, de frontera, con agua, muy bueno para el arroz, y que tiene relación con el proyecto presentado”, explicitó Berterreche.

“A veces hay una visión equivocada del colono", señaló, para luego indicar que el productor familiar está altamente capacitado en los temas rurales. El problema es el acceso a la tierra con los actuales precios y, luego, apoyar a los beneficiarios en el desarrollo de matriz productiva, energía y acceso al agua. Berterreche describió al beneficiario como un productor familiar, que vive en el campo, arrendatario, o la mayoría de los asalariados rurales que tienen animales, sucesiones de parcelas con problemas de escala.

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