Resultados del Gobierno derriban mitos y mejoran indicadores sociales y económicos


A diferencia de lo que se afirmaba en gobiernos pasados, Uruguay crece desde hace siete años y medio con incremento del salario y con reducción de la inflación en un dígito, expresó el ministro Daniel Olesker, en su discurso del 25 de Agosto en Florida. Estas políticas permiten quedar a un paso de eliminar la indigencia y hacer posible la frase de José Artigas: “que los más infelices sean los más privilegiados”.

El documento que sirvió como base para el discurso del ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker subraya que los objetivos cumplidos por el Gobierno forman parte de una decisión política. “No se trata sólo de que Uruguay se viera beneficiado por una especie de “golpe de suerte” -señaló Olesker- con el aumento de los precios de productos y materias primas agropecuarias a nivel internacional. Sin duda esto existe, pero a las oportunidades hay que saber aprovecharlas, con un crecimiento de la productividad agropecuaria nacional que explica aproximadamente el 50% de dicho crecimiento de producción”.

Olesker recordó que, en un contexto internacional muy complejo, nuestro país continúa con la mejora de los indicadores sociales y la expansión de la economía al mismo tiempo. En 2011 Uruguay mantuvo un crecimiento del consumo privado de 8,7%, generando ingresos a las empresas que trabajan en el mercado interno y mostrando que es un mito tener que elegir entre mercado interno y exportaciones; por el contrario es posible crecer en ambos mercados, dijo.

En materia productiva subrayó que la productividad agropecuaria creció un 50%, lo que significa que nuestro país aprovechó la coyuntura favorable y aplicó cambios en el modelo tecnológico. Pero el “modelo distributivo e incluyente”, como lo llamó Olesker, muestra sus principales resultados en el mundo del trabajo, pues los uruguayos alcanzamos el nivel salarial real de 1977 y para finales de este Gobierno, se espera alcanzar los niveles anteriores al golpe de Estado de 1973, con crecimiento paralelo tanto del salario como del empleo, cuya tasa de desempleo descendió a niveles nunca conocidos.

Daniel Olesker subrayó que la calidad del modelo también es importante. En esa materia recordó que las políticas fiscales, sanitarias y sociales funcionaron para incorporar a más personas al modelo de desarrollo. Como resultado, la indigencia pasó del 4,7% en 2004 al 0,5% en 2011, la pobreza del 39,9% al 13,7% durante el mismo período y en dos años la desigualdad bajó al 0,401%, la cifra más baja de la historia del país.






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