Costa de Rocha en poder de argentinos


Gran parte de los 170 kilómetros de costa de Rocha pertenecen a argentinos. Se trata de balnearios de los que muchos uruguayos jamás oyeron hablar: Santa Rita, Mar del Plata, La Perla, Atlántica, Puerta del Sol y Brisas del Mar, entre otros.


"En este momento hay un corrimiento de argentinos hacia Rocha. El modelo de Punta del Este se agotó. Ahora hay más potencial en Rocha", dice el abogado rochense Humberto Alfaro, quien representa a un grupo inversor argentino que posee 3.000 terrenos en Valizas destinados a un proyecto urbanístico de alto nivel.

Una opinión similar tiene el abogado rosarino Tristán García Montaño, representante de tres inversores argentinos propietarios de 1.200 terrenos. "Mucho argentino ha comprado en las costas de Rocha por inversión o atraídos por las playas" (ver nota aparte).

Operadores inmobiliarios afirman que hasta el conductor argentino Marcelo Tinelli compró unas 20 hectáreas en "El Caracol", el primer balneario ubicado del lado rochense de la Laguna Garzón.


De esta forma, Tinelli sigue los pasos de millonarios coterráneos suyos como los inversores inmobiliarios Marcelo Tomás Soldati y Eduardo Costantini, y Paolo Rocca (Techint) y Alejandro Bulgheroni (olivos y plantas eólicas).

Soldati fue el primer millonario argentino en desembarcar en "El Caracol" en la década de los noventa con una inversión de envergadura al comprar una chacra contra el océano y construir allí una mansión.

Pero integrantes de la clase media argentina ya habían visto antes el "filón rochense": en la década de los sesenta decenas de militares de Argentina adquirieron solares de 500 metros cuadrados en Santa Isabel de Garzón.

Poco después de Soldati, arribó a la zona el empresario argentino Paolo Rocca, presidente de Tenaris, empresa líder mundial en la producción de tubos de acero sin costura, quien adquirió una chacra en las inmediaciones de dicha laguna. Rocca también preside el consejo de Ternium (principal fabricante de productos de acero plano y largos). Ambas empresas forman parte de la Organización Techint.

Operadores inmobiliarios rochenses apuntan que, una década después de Soldati y Rocca, llegaron a la costa rochense megainversiones de argentinos en el rubro fraccionamiento inmobiliario que apuestan a la construcción del puente sobre la Laguna Garzón, que hoy está a estudio del gobierno.

INVERSIONES. La Laguna Garzón separa José Ignacio (Maldonado) de El Caracol (Rocha). Hace cinco años los terrenos de 500 metros cuadrados en ese balneario se vendían a US$ 500. El arribo de empresarios y la expectativa del puente subieron los precios. Ahora allí se encuentran los metros cuadrados más valiosos de Rocha: US$ 160. Ellos significa que un terreno de 500 metros cuadrados se cotiza hasta en US$ 80 mil.

El Caracol es una zona de mar no apta para baños. Los millonarios argentinos construyen allí sus mansiones con piscinas con agua de mar. La ventaja del lugar es la discreción: la carencia de playa no atrae aglomeraciones de personas.

A pocos kilómetros de la Laguna Garzón se encuentra el emprendimiento de 240 hectáreas del inversor argentino, Eduardo Costantini conocido como Las Garzas.

Al lado de Las Garzas se sitúa un balneario "fantasma" conocido como Santa Isabel de Garzón. Acá "desembarcaron" los primeros argentinos en la década de los sesenta del siglo pasado. En esos años, dos empresas transformaron Santa Isabel de Garzón en 478 lotes. La totalidad de esos solares fueron vendidos a militares argentinos a largo plazo. Ahora sus hijos descubrieron que esos terrenos se encuentran dentro de una solicitud de prescripción realizada por un inversor y la entrada a los mismos obstaculizada por un cuidador que ostenta armas, según señalaron a El País.

Al lado de Santa Isabel de Garzón se ubica otro emprendimiento inmobiliario de otro inversor argentino relacionado con laboratorios farmacéuticos: Alejandro Roemmers. Hace 40 años su padre compró 400 hectáreas a sólo cinco kilómetros de la Laguna Garzón, en primera línea al mar. A fines de 2010, Roemmers presentó ante la Intendencia de Rocha el fraccionamiento "Arenas de Garzón". El planteo realizado a la Intendencia de Rocha trata de chacras de cinco hectáreas con todo tipo de amenities.

Según Alfaro, la inversión argentina cayó en los setenta y volvió a retornar a Rocha a mediados de la década siguiente. "También apostó fuerte en Rocha el empresario Alejandro Bulgheroni, quien adquirió 500 hectáreas para plantar olivos", señala el abogado.

Con el menemismo desembarcó en las playas de Rocha un inversor con un perfil distinto: no buscan hacer negocios inmobiliarios ni integran la clase media argentina que sueña con una casita en una playa paradisíaca de Uruguay. Se trata de actores, artistas y cineastas que apostaron a tener su balneario exclusivo: San Antonio, a la altura del kilómetro 255 de Ruta 10. Hasta lograron elegir los nombres de las calles del balneario. Inclusive, en la década de los noventa, no querían luz eléctrica para poder ver las estrellas con total intensidad.

Atraídos por playas y seguridad jurídica
En la década de los ochenta, tres empresarios adquirieron unos 1.200 solares en los balnearios Pueblo Nuevo (San Bernardo), Valizas, La Florida, Atlántica, Playa del Este, Puerta del Sol y La Perla de Rocha, dijo el abogado rosarino Tristán García Montaño.

El abogado representa a los inversores en acciones reinvindicatorias y en frenar prescripciones ante la Justicia de Rocha de unos 800 terrenos situados sobre la costa rochense (ver recuadro).

García Montaño afirmó a El País que los argentinos realizaron dos tipos de inversiones en Uruguay: proyectos inmobiliarios destinados a personas con perfil económico elevado. "Se trata de inversiones a largo plazo con la promesa del Estado de abrir calles y realizar los fraccionamientos. Se pretende revender los solares", dijo. Agregó que hay otro grupo de personas que "pretende construir en Rocha su casa de veraneo en una playa paradisíaca".

Según García Montaño, la seguridad jurídica de Uruguay y la inestabilidad de Argentina lleva a los inversores a optar por las costas rochenses.

Derecho posesorio, un arma
En Rocha se armó una "industria" que generó lucros indebidos a un grupo de personas: las ventas de derechos posesorios fraguados de terrenos en la costa. El problema es de tal magnitud que periódicamente la Intendencia de Rocha avisa en los medios de comunicación que no vende terrenos ni el pago de los derechos posesorios, sólo regulariza una propiedad. En la Justicia Civil de Rocha hay 12 trámites de prescripciones treintenarias, de las cuales varias sufrieron acciones por parte de los dueños de los predios a prescribir. Las prescripciones totalizan una superficie que supera los 5.000 terrenos. Equivalen a unos tres balnearios completos. Entre ellas se encuentra el trámite de prescripción de un inversor norteamericano por 440 terrenos ubicados en la costa rochense, señaló un abogado de Rocha. Propietarios argentinos de 1.100 terrenos de Rocha contrataron a abogados uruguayos para frenar esas prescripciones o iniciar acciones reivindicatorias contra ocupantes. Los dueños tienen títulos nuevos e inscriptos en Catastro, según sus abogados.
EDUARDO BARRENECHE - El País Digital

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