INIA experimenta con planta hermana de la marihuana


Desde setiembre de 2010 crece cannabis sativa en la Estación Experimental La Estanzuela, en Colonia. Pero si lo que se busca es alcanzar estados alterados de conciencia, fumar las flores de estas plantas sería gastar pólvora en chimangos. La subespecie de cáñamo que se siembra en la estación del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) no contiene THC, el sustrato psicoactivo que altera la conciencia. En criollo: se parece a marihuana, pero no es.


El ingeniero agrónomo Ernesto Restaino dijo a El Observador que el cáñamo industrial que se plantó en la Estación Experimental La Estanzuela, donde trabaja como coordinador, “pertenece a la misma familia de la marihuana (cáñamo con THC)”. Por lo tanto, la plantación se puede considerar un antecedente válido en caso de que prospere la iniciativa del gobierno nacional de producir la droga.

Sergio Ceretta, ingeniero agrónomo del INIA, destacó que “la especie (que se utiliza tanto para producción industrial como para drogarse) puede crecer en las condiciones de temperatura, radiación y humedad de Uruguay”.

Vamo’ a hacer ese (aceite)
Fabrizio Giamberini, un licenciado de 40 años en gerencia de administración con posgrados en marketing, fundó The Latin America Hemp Trading (LAHT) en 2006. Un año más tarde firmó un convenio con INIA para verificar cuáles son las variedades de cáñamo industrial que mejor se adaptan a las condiciones de clima y suelo de Uruguay. Los resultados han sido óptimos, según el emprendedor y los ingenieros agrónomos.

“Los resultados de producción son auspiciosos, tanto en rendimiento de biomasa como de granos”, aseguró Ceretta. El ingeniero advirtió que “el cáñamo se ha destinado históricamente como fibra textil o para fortalecer plásticos; también se utiliza como material de construcción o como materia prima para producir energía”.

Sin embargo, el horizonte de Giamberini es producir aceites para fines cosméticos y consumo alimenticio a partir de los granos de la planta. En términos económicos, se trata de un producto incluso más rentable que la soja, coincidieron los consultados.

Entonces, ¿por qué no se produce cáñamo en Uruguay? “La legislación latinoamericana no reconoce la diferencia entre cáñamo industrial y el cannabis que se usa como droga, por lo tanto limita su uso como si fuera una droga, cuando no lo es”, explicó Giamberini, quien presentó un proyecto de ley para que se permita el cultivo de cáñamo industrial en el país.

“Para que se desarrollen los mercados y podamos vender necesitamos un cambio de marco legal. Tenemos las variedades ya establecidas, sabemos cuáles tienen rendimientos aceptables, tenemos los mercados definidos, solo nos falta el cambio de marco legal”, agregó el emprendedor.

Giamberini aspira a que Uruguay se convierta en productor de granos de cáñamo y aceites para el mercado norteamericano. “En eso estoy trabajando”, aseguró. “Desde 2009 estoy viajando a Alemania y estoy en contacto con productores mundiales de cáñamo industrial. Estamos siendo vistos por todos los productores del mundo”, agregó.

Los paneles de las puertas internas de los autos alemanes de BMW y Mercedes Benz están fabricados con fibras de cáñamo, informó el emprendedor. China es el primer productor de cáñamo industrial del mundo, según las revistas especializadas THC de Argentina y Cáñamo de España.

¿Es o se hace?
De todas maneras, todavía falta dar un paso fundamental para comenzar a discutir el cambio de legislación: verificar si el cáñamo plantado en Colonia no contiene THC, la sustancia que al fumarse produce “paz y alegría”, según expresó el secretario de Presidencia, Alberto Breccia.

La Asociación Europea del Cáñamo Industrial, de la que Giamberini es miembro, establece que para considerarse cáñamo industrial la planta no debe producir THC o hacerlo en un porcentaje ínfimo (menor a 0,3%). El INIA no ha verificado aún si la cosecha de La Estanzuela cumple con estas condiciones.

Error histórico
En 1942, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos produjo y presentó un documental titulado La victoria del cannabis, que pretendía incentivar a los productores agropecuarios a producir cáñamo, material con el que se fabricaron los primeros jeans Levi’s en 1873.

Pero desde entonces, la política del gobierno cambió y, en medio de querellas comerciales, se le quitó la licencia a los productores de cáñamo industrial y se prohibió su producción. La medida repercutió en el resto del continente  americano. En la década de 1990, Canadá revisó la legislación y retomó la producción de cáñamo industrial.

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