¡Es posible!


Desde niño compartió el fútbol con los libros. Arrancó como para triunfar, representado por el Grupo Casal y jugando en la Selección Sub 17. Sin embargo, podría decirse que no tuvo suerte y hoy, a los 24 años, acaba de quedar libre de Bella Vista y está abocado a sus estudios de arquitectura, mientras espera por una nueva posibilidad.

"Mi verdadera vocación es el fútbol, la arquitectura es como un hobbie para mí", dice Gustavo Aprile, aunque tiene claro que su pasatiempo bien puede convertirse en una profesión en el futuro.
Dice tener facilidad para los idiomas: estudió inglés, italiano y hasta griego. "Como la Facultad tiene un convenio con la de Humanidades para estudiar idiomas hice un semestre de griego también. Al principio parece muy difícil, pero está muy bueno".
Se crió en Parque Batlle y arrancó su carrera jugando al baby fútbol en el Unión Vecinal, siempre en la mitad de la cancha. Luego pasó al Rocha y de allí a las infantiles de Nacional. Tras defender dos años a los tricolores, pasó a las divisiones formativas de Danubio. Ingresó en la categoría 88, donde había mucha calidad. Allí aparecieron Gary Kagelmacher, Enzo Scorza, Gerardo Vonder Putten, Marcelo González, Marcel Román y el "Pollo" Olivera chico, entre otros.

Estuvo en Danubio hasta la Tercera división, pero como vio que había muchos jugadores y que iba a ser difícil que pudiera jugar en Primera, se fue a Racing. Corría el año 2009. "Hice todas las inferiores en Danubio y, sin embargo, debuté en Primera en Racing. Pero tampoco tuve suerte, al tercer partido me rompí la rodilla. Fue en el cotejo en que le ganamos a Peñarol en el Estadio y que después echaron a Julio Ribas. No sé por qué, pero eso me quedó marcado. Salí a los 75 minutos porque me rompí los ligamentos cruzados. Estuve mucho parado, justo arrancaba el Mundial de Sudáfrica y eso me vino bien para recuperarme. A veces es difícil hacerlo porque sentís una gran inestabilidad en la rodilla", explicó.
Tras recuperarse pudo haber renovado contrato con Racing, pero se fue a Italia a gestionar el pasaporte comunitario. A muchos futbolistas les consiguen rápidamente el documento, no fue el caso de Aprile. "Hice todo yo solo y me llevó tres años. Estuve todo ese tiempo buscando los papeles. Comencé haciéndolo por el lado de mi padre, pero al final me salió por mi tatarabuelo materno. Llegó un momento en que tuve que viajar y estuve un mes en el sur de Italia, en Potenza". Al volver no quiso renovar con Racing y pasó a Bella Vista.
SE PUEDE. Aprile es un convencido que es posible jugar y estudiar al mismo tiempo. Fue a la escuela y al liceo en el colegio Santa María de los hermanos Maristas. "De repente demorás un poco más, pero lo podés hacer. Obvio que te tenés que cuidar y llevar un vida totalmente profesional, pero es posible. Los jugadores tenemos muchísimas horas libres. Si fuiste a entrenar al Roosevelt y te mataron querés acostarte a dormir una siesta, pero te da el tiempo para todo. Podés llegar a tu casa, almorzar, dormir una siesta y estudiar".
El último año de liceo, como se le complicaba por los horarios de entrenamiento en la selección juvenil, lo hizo en el nocturno del Dámaso. "Recuerdo que concentrábamos en CAFO y Ferrín nos daba permiso a Kagelmacher, a Emiliano Alfaro y a mí para ir a clase al Dámaso. Nos venía bárbaro para cambiar un poco la cabeza, para distraernos, porque pasábamos de CAFO al Complejo de la AUF y del Complejo de vuelta a CAFO".
Aunque siempre tuvo inclinación por la Educación Física, en sexto año de liceo empezó a interesarle la arquitectura, sobre todo el dibujo. "Estoy haciendo tercero y dando algunas materias de segundo. Es una carrera muy larga, eterna. El promedio es recibirse en diez o doce años. Los pocos que terminan la carrera en seis años son los que no trabajan ni hacen otra cosa".
Hoy su representante, Gerardo Arias, está en Italia negociando el pase de Alexis Rolín y Aprile espera que pueda colocarlo también. "Sé que no tengo un gran curriculum, porque vengo de Racing y Bella Vista, no es lo mismo que hacerlo de un cuadro grande, pero si me lleva a un equipo de la B me quedo contento. Cuando estuve en Italia fui a ver un partido del Pádova y tiene un estadio para 30.000 personas, con un restaurante impresionante adentro. Si sale hago una pausa en el estudio. Porque yo vivo del fútbol y esa es mi vocación. Aunque si me llego a tener que ir a Europa, luego voy a seguir estudiando. Nunca es tarde para estudiar. Y si llego a hacer unos pesos en el fútbol los voy a invertir en la arquitectura. No sé si en edificios, porque para eso se necesita mucha plata, pero me gustaría hacer viviendas, o reciclajes. Invertir la plata en lo que sé", finalizó ilusionado.
Carrera:
"De repente demorás un poco más, pero se puede. Obvio que te tenés que cuidar y llevar una vida totalmente profesional".
Futuro:
"Si me llega a salir el pase y hago unos pesos los voy a invertir en la arquitectura. Hacer viviendas, invertir la plata en lo que sé".
PELOS Y SEÑALES
Nombre: Gustavo Javier Aprile Retta.
Datos: 24 años. Es el segundo de cuatro hermanos. Hoy es novio de Sofía.
Equipos: Unión Vecinal, Rocha, Nacional, Danubio, Racing, Bella Vista.
Selección: Integró la selección Sub 17 y disputó el torneo Sudamericano.
SILVIA PÉREZ - Ovación

Comentarios