XO: dio equidad, no mejoró aprendizaje


Esta semana el Plan Ceibal cumple 5 años y las evaluaciones son dispares. Es indiscutible que aportó equidad en el acceso a la tecnología, pero desde el punto de vista educativo no hay pruebas de que haya mejorado los aprendizajes.



Dos años después de escuchar a Nicholas Negroponte en el Foro Económico Mundial de Davos de 2005, cuando presentó la idea de distribuir computadores de bajo costo a todos los niños de países subdesarrollados, Tabaré Vázquez lanzó uno de los proyectos más emblemáticos de su mandato y prometió que para 2009 todos los escolares (del sector público) tendrían su laptop. La idea detrás del proyecto que sedujo a Vázquez era "empoderar" a los niños de naciones pobres con una herramienta que les permitiría "aprender mediante la interacción y exploración independientes", según el credo del proyecto One Laptop Per Child (OLPC). Esta suerte de determinismo tecnológico que ideó Negroponte aseguraba que la sola posesión de una máquina permitiría a los alumnos aprender por sí mismos.

A 5 años de ese lanzamiento, con 580.000 computadoras distribuidas y un costo de US$ 50 millones anuales, los indicadores de repetición y abandono escolar han variado poco, o han empeorado en algunos casos. En Primaria, la repetición pasó de 7,7% a 6,2% entre 2007 y 2010, y el porcentaje de alumnos con asistencia insuficiente pasó de 7,6 a 7,2% en el mismo período. En tanto, el fracaso de los alumnos cuando pasan de la escuela al liceo se agravó en los últimos años, cuando la repetición en primer año de liceo pasó de 23,7 a 26,6% a nivel nacional y en Montevideo trepó de 38,6 a 42,9% entre 2007 y 2010.

El director general de Primaria, Héctor Florit, cree que todavía es muy temprano para medir los resultados. "No tenemos evaluaciones que nos permitan asegurar que el uso de la computadora ha generado diferencias sustantivas y consistentes en los aprendizajes tradicionales", dijo Florit a El País, quien también destacó el "salto gigantesco" que significó el Plan Ceibal en la equidad de los recursos educativos.


El psicólogo Roberto Balaguer, autor del libro "Plan Ceibal: los ojos del mundo en el primer modelo OLPC a escala nacional", comentó que las evaluaciones en línea que realizó el propio Plan "no marcan que haya habido grandes cambios a nivel de los resultados, ni a nivel de matemática o de lectoescritura". Balaguer estimó que "más que lograr mejoras en los resultados académicos en las materias tradicionales, la fortaleza mayor que tuvo el Ceibal ha sido la de refrescar la educación, al permitir que las cuestiones tecnológicas, que antes estaban por fuera del ámbito educativo, hayan penetrado el sistema de enseñanza".

El ingeniero Juan Grompone fue asesor del Plan Ceibal durante su génesis. En 2007 se desvinculó, "porque se había convertido solamente en repartir máquinas, es decir, no había manera de introducir los temas pedagógicos y educativos", comentó Grompone a El País.

Luego de abandonar el Plan, con financiación canadiense Grompone midió los primeros resultados del Ceibal. "Nos dio como resultado una cosa fantástica, que los estudiantes que tenían un año de Plan Ceibal tenían el mismo nivel de uso y conocimiento digital que la gente con formación universitaria. Era un paso adelante en la brecha tecnológica gigantesco", comentó Grompone. Aunque matizó que el cambio fue "en el ámbito tecnológico, no en la parte educativa. No creo que el Plan haya modificado demasiado, prácticamente nada, lo educativo, porque no se ocupa del tema. La computadora ayuda muy poco a la aritmética, el lenguaje o la historia si no se usa expresamente para eso", señaló el ingeniero.

Grompone también fustigó la teoría de Negroponte de que los niños con la computadora aprenden solos. "Esa es una teoría que lanzó Negroponte sin haber medido nunca nada. Cuando medíamos descubríamos que casi todos los principios de Negroponte no se cumplían. Eran principios abstractos, enunciados sin resultados a la vista", comentó.

El propio Miguel Brechner, que dirigió la implementación del Plan desde el Latu y actualmente como presidente del Centro para la Inclusión Tecnológica y Social (Cits), se mostró reticente a esta teoría. "Nosotros hicimos el Plan Ceibal como una política de equidad, y eso se ha logrado con creces. De ahí a que crean que solo por el Plan el aprendizaje de matemática va a mejorar, no", indicó Brechner a El País.

La forma en que se implementó el Plan, desde fuera del sistema educativo y a través del LATU, así como los reiterados reclamos de los docentes sobre carencias en la capacitación, fomentó en parte la falta de contenidos educativos, un aspecto en el que hoy las autoridades intentan ponerse a tiro.

El secretario general de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM), Gustavo Macedo, comentó que "la crítica más fuerte desde el sindicato es que no se ha trabajado en los contenidos, y sobre todo que no se le ha dado las herramientas necesarias a los docentes para seguir avanzando". Macedo comentó que los cursos para docentes "no han sido buenos" porque "enseñaban cosas muy básicas".

La Asamblea Técnico Docente de Primaria también fue crítica del Plan Ceibal. En un documento de agosto de 2011, cuestiona que "la puesta en práctica del proyecto ha mostrado los vacíos pedagógicos didácticos".

Para la ATD, el Plan Ceibal es "una política (con su consecuente inversión) que jerarquiza el derecho del niño al acceso a internet y las nuevas tecnologías por encima de otros derechos educativos que consideramos no menos importantes". Y agrega: "Muchos de nuestros niños no reciben la atención especializada o individualizada que necesitan. Niños con trastornos del lenguaje, problemas motrices, discapacidades muchas veces sin diagnóstico, etc., donde la única estrategia prevista desde el sistema es apelar a que el docente atienda a la diversidad".

Ceibalitas rotas y presupuesto anual

Uno de los reclamos más repetidos por alumnos, docentes y padres es por la rotura de las computadoras del Plan Ceibal. Según un relevamiento de mayo de 2011, el 12,3% de las XO de Montevideo estaban rotas, mientras que en el interior llegaba al 24%.

Según el estudio, la cantidad de máquinas rotas era más importante en las escuela de contexto desfavorable.

"Nos llevó tiempo mirar en perspectiva y entender que la única solución confiable era ir a las escuelas a reparar computadoras", comentó el presidente del Plan Ceibal, Miguel Brechner,

Las computadoras se usan un promedio de entre 4 y 5 horas a la semana en las escuelas, según Brechner.

El Centro para la Inclusión Tecnológica y Social (Cits) que lleva adelante el Plan Ceibal cuenta con un financiamiento anual de $ 1.001:650.000 (unos US$ 50 millones) hasta 2014, que provienen de Rentas Generales. El monto representa aproximadamente un 5% del presupuesto anual de la ANEP, que ronda los US$ 1.000 millones.

LOS INVOLUCRADOS OPINAN

Héctor Florit

Director general de Primaria

"El Plan Ceibal fue un salto gigantesco en la equidad de los recursos; no es menor decir que la tecnología de punta es universal. Recuerdo que el anuncio de Tabaré Vázquez en 2006 parecía un sueño. De aquel entonces a hoy la escuela cambió mucho, y tuvo un halo de fortalecimiento y de prestigio".

Miguel Brechner

Presidente del CITS

"¿Cuál es el impacto de la electricidad o del agua corriente en la educación? Tener un computador e internet es tan sustancial para un aula como tener electricidad o agua corriente. La tecnología le abre un camino a una cantidad de jóvenes que hacen una cantidad de cosas que nunca hubieran hecho antes".

Gustavo Macedo

Secretario general de la FUM

"Desde el punto de vista educativo uno todavía no percibe cambios derivados del Plan Ceibal. De todas formas, introducir a los muchachos en el mundo de la tecnología tiene un fuerte componente de equiparación. Hoy se necesitan más cursos para que los maestros puedan avanzar en el trabajo con la computadora".

Juan Grompone

Ingeniero, ex asesor del Ceibal

"Para que el Plan Ceibal funcione tendría que haber un cambio en la orientación de la educación. La organización técnica del Plan lo único que puede hacer es un listado de herramientas. Lo difícil es hacer que los consejos de la enseñanza primaria y media acepten integrarse a ese mundo".

PILAR BESADA - El País Digital

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