LOS RELATORES TAMBIÉN VIVEN EL CLÁSICO EN FORMA DIFERENTE

Los relatores también juegan en el clásico un partido diferente, por lo que representa el choque entre los tradicionales rivales y por tener una conexión muy estrecha con las emociones de los hinchas.

El contenido de sus narraciones hacen vibrar, exaltar o desalentar a los parciales de los dos grandes.
Alberto Kesman, Máximo Goñi, Roberto Moar y Alberto Sonsol contaron que experimentan antes, durante y después de la máxima fiesta del fútbol local.
Kesman por lo general no cambia su rutina en un día de clásico. "Soy de levantarme tarde. Desayuno bien y para mi es una jornada como cualquier otra, en cuanto al trabajo. Lo que voy a hacer por la tarde lo encaro con la seriedad de siempre", sostuvo.
Al estadio va una hora antes del pitazo inicial "por la cantidad de gente que acude a estos partidos y para meterme un rato antes en la previa. No soy de estar encima de mis compañeros. Cada uno sabe lo que tiene que hacer. En ese sentido no soy obsesivo".
Para mi la motivación es la misma, muy grande, puntualizó el relator de radio Universal, "porque todos los clásicos son especiales. No importa cómo llegue cada uno. En este caso hay una pelea por el primer puesto de la tabla Anual que quizá se dirima en este encuentro", reflexionó.
En los días previos hay gente que le dice de todo. "Te señalan que no te inclines para ningún lado. A mi no me llega ningún tipo de presión. La gente en general es respetuosa. Hay mucha pasión, pero en el fondo el hincha sabe entender lo que uno dice. Ninguna situación cambia mi opinión. De ser así, no sería honesto conmigo mismo", afirmó.
Algunos le reclaman que grita más fuerte el gol de Peñarol y otros lo critican manifestándole que cuando convierte Nacional queda poco menos que afónico. "Los años me dieron mucha experiencia para afrontar esas cosas. Debuté en un clásico de Tercera en radio Ariel y en uno de Primera en Universal, los dos en el mes de octubre. Pasaron cuatro décadas y hay cosas que no cambian", remarcó.
"COSQUILLEO". Máximo Goñi, de radio Oriental, cumplirá 35 años como relator y vive con plenitud la máxima fiesta del fútbol uruguayo. "Desde que me despierto en la horas previas a un clásico siento un cosquilleo distinto. No almuerzo. Desayuno temprano y luego con el resto del equipo tratamos de que toda la organización tenga el resultado esperado. El estrés es grande por la responsabilidad. La transmisión llega a todos los rincones del país y varios países del exterior. No estoy encima de mis compañeros. Está todo hablado antes. Me tomó un tiempo para mi antes del cotejo para relajarme. Nadie puede abstraerse del ambiente, y menos como comunicador en un espectáculo con presencia masiva", enfatizó Goñi.
En el transcurso de la semana anterior le preguntan mucho por el resultado, si hay un ganador o empate. "También están los que te cronometran los segundos que utilizás para el relato de un gol de cada equipo. Es parte del folklore".
Alberto Sonsol experimenta una adrenalina diferente. "Creo que en todos aumenta. El clásico lo vivo y lo imagino la noche antes. Se me cruza en la mente cómo pueden ser algunas jugadas o goles. En la mañana me levantó sin cambiar las costumbres. Voy un rato antes de lo habitual y cuando estás ahí sentís el clamor popular. Hace muchos años que relato y lo que no cambia es la profesionalidad, sea el partido que sea. Uno es consciente que se mete en el corazón de la gente. Trato de entregarme a mi labor por completo, con aciertos y errores. A veces uno le pifia con los nombres, algo natural que se da no porque sea un clásico. La televisación de los partidos, achicó el margen de error", estimó el relator de Sport 890.
A Roberto Moar los domingos se le pasan volando. "Me gusta despertarme tarde, pero es imposible por el trabajo y trajín que tengo. Alguien puede pensar que llego agotado al clásico. Sin embargo, es al contrario, Me impulsa. Para el que gusta esto, un partido así es imperdible", recalcó el relator de radio Carve.
"Cuando llego al estadio, lo primero que pido son los equipos que siempre me los tiene preparados Patricia Cambón. Me hago la cancha, ubico cómo se para el equipo y marco sectores", apuntó. "He visto de todo", contó Moar. "Hace unos años, en otra emisora, cuando gritaba el gol en un clásico se escuchaba también la voz de fondo de un compañero, hincha de uno de los dos clubes".
El domingo es para escucharlos.

Maniático con las planillas

"Tengo mis cosas para hacer las planillas En ese sentido soy un poco maniático. Son claves para el relato". (Roberto Moar).

Jugadas y goles en la mente

"El clásico lo vivo y lo imagino la noche antes. Se me cruzan en la mente cómo pueden ser algunas jugadas o goles". (Alberto Sonsol).

Mucho ojo con lo que se dice

"En lo posible hay que medir muy bien las palabras que se utilizan. Hay que orientar de la mejor forma al público". (Máximo Goñi).

Intenso y con un agregado

"Lo vivo intensamente. Y este clásico en particular tiene el agregado de la lucha por el primer puesto de la tabla Anual". (Alberto Kesman).

Kesman: "Todo sale con impronta"

"No soy de preparar un relato. No tengo muletillas ni dichos prefabricados. Todo sale con la impronta que, en definitiva, es lo mejor para el oyente. Además, cada compromiso, te depara una sorpresa". (Alberto Kesman)

Goñi: "Colgalo Sosita, colgalo..."

"Hay varias anécdotas de clásicos y frases que perduraron. Cuando Nacional evitó que Peñarol logré el sexenio. Ruben Sosa hizo un golazo y y dije `¡Colgalo `Sosita`, colgalo!`. Y eso después se repitió con otros jugadores". (Máximo Goñi)

Moar: "Preguntan a mi hijo de 7 años"

"El clásico comienza una semana antes y te piden resultados. Me gritan que soy `bolso` o que soy `manya`. A mi hijo de siete años le preguntan en la escuela de que cuadro soy. Él está para la `Play` y le debe costar entender esas preguntas". (Roberto Moar).

Sonsol: "Me han dicho de todo"

"A uno que es confeso hincha de Peñarol me han dicho de todo. Pero no me preocupa. Es más: el parcial de Nacional me respeta. Saben los que me escuchan que mi opinión es objetiva. Si no fuera así, no estaría en esto". (Alberto Sonsol).

"Algunos hacen como Púa en el Mundial"

Máximo Goñi confesó con absoluta pasión lo que le pasa previo a un clásico. "Lo más lindo para mi es que siento que voy a jugar el partido los noventa minutos. Como si fuese un jugador más", apuntó.
"¿Quién no es apasionado? Pero a veces hay que frenarse. He vivido de todo en enfrentamientos clásicos. Adentro de la cabina hay que estar muy concentrados. El fichero comercial es importante debido al espectáculo que se esta llevando a cabo. Me pasó con algunos locutores comerciales, simpatizantes de los dos clubes, tener que bajarles el brazo cuando uno de los dos cuadros anotaba un gol. El que me impactaba, era el `Cacho` Raúl Barizoni. No había comenzado un partido y te decía que cambios habrían en cada equipo. Parecía que estaba en la cabeza de los técnicos", rememoró.
"PICA". Alberto Sonsol también aportó situaciones singulares antes de un "clásico con motivación extra. Están mano a mano, pero eso no va a cambiar el relato. Los clásicos se viven siempre igual", dijo el relator. "Recuerdos hay muchos, hechos insólitos también. Una de las cosas que más me sorprenden, es ver a colegas delante de la cabina, en el palco de prensa, haciendo movimientos instintivos, como Púa en el Mundial 2002, cuando Peñarol o Nacional casi convierten. Es curioso, a veces parece que le quisieran pegar a la pelota", advirtió.
CARLOS MONTAÑO - Ovación

Comentarios