Las industrias en crisis, sector por sector

VESTIMENTA
¿Ley de apoyo al sector o marketing político?

A pesar de que el sector recibió a través de la ley de la Vestimenta un subsidio de US$ 27 millones (aún sin reglamentar), esta industria sigue estando entre las peor paradas del país. El sector demostró ser rentable (en 2011 generó alrededor de US$ 600 millones), pero la informalidad que impera en esta rama de la industria representa un 58%. Las restricciones de los países del Mercosur y la invasión de importaciones son otros factores que inciden en el sector.

Pese a que muchas de las industrias uruguayas en crisis envidiarían el subisidio, el presidente de la Cámara de la Industria de la Vestimenta (CIV), Elbio Fuscaldo, calificó de “marketing político” el hablar de U$S 27 millones de ayuda, porque el monto es a siete años y apenas incidiría en la industria en un 2%. “Nosotros no queremos subsidio, porque no es la solución, lo que hay que cambiar es la estructura de costos”, comentó. El presidente del CIV también denunció que 2011 se cerró con licencias argentinas trabadas por unos US$ 80, 5 millones, aproximadamente “la mitad de lo que se exporta” al vecino país en todo un año.

Sin embargo, Jorge Dutruel -de la dirección del gremio del Sindicato Único de la Aguja y Ramas Afines (SUA)- fue más optimista con respecto a la ley. Según expresó, apenas la disposición se votó en el Parlamento a mediados de 2011, muchos talleres y trabajadores informales empezaron a formalizarse.

TEXTIL
Competir contra “el atraso cambiario”

En el área textil, que abarca diverso tipo de industrias, el único sector que tiene un buen desempeño es el topista, que es el segundo exportador mundial de lana peinada y lana sucia, tras Nueva Zelanda. Sin embargo, se trata de un área de la industria con muy poca mano de obra agregada.

Otros subsectores, como hiladerías y tejedurías, tienen una realidad muy diferente. Según Carlos Cibils, asesor del rubro textil, un 50% de los trabajadores de esta industria perdieron su puesto de trabajo en los últimos cuatro años debido a la pérdida de competitividad y al “atraso cambiario” que imposibilita la exportación. “Lo que se genera es una primarizacion de las exportaciones y se castiga el valor agregado”, remarcó. Cibils, cuya fábrica de tejido circular es la última que queda en Uruguay, destacó que en una de sus visitas al Ministerio de Economía un funcionario hasta llegó a sugerile que cambiara de actividad.

Graciela López, secretaria general del Congreso Obrero Textil (COT), culpó a la apertura indicriminada a las exportaciones, que permite que entren productos sin ningún tipo de exigencia como los fabricados “en barco factorías, maquilas, o con mano de obra infantil”. Sin embargo, también señaló al propio empresariado del sector como responsable de la crisis, y los que calificó pacatos, faltos de inciativa y acostumbrados a los subsidios. Cibils replicó: “El que invirtió para modernizarse fue el primero que cayó porque no se puede competir contra el atraso cambiario”.

CALZADO-MARROQUINERÍA
Seis pares de zapatos chinos por cada uruguayo

A juzgar por los números, los uruguayos deben ser uno de los países con más adicción a los zapatos del mundo. Unos 18 millones de pares fueron importados a Uruguay en 2011, estimó el vicepresidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), Gabriel Murara. Se trata de un récord histórico que equivale a que ingresen en el país unos seis pares de zapatos por persona. “En el puerto de Montevideo venden una sandalia de cuero para niña a US$ 2,70; por más medidas que apliquemos, esto no puede ser”, comentó Daniel Tournier, secretario ejecutivo de la Cámara del Calzado.

A la situación detallada se le suman también las medidas proteccionistas de los países del Mercosur. “A Argentina no se le puede vender. En 2011 una empresa quiso mandar 150 pares de zapatos de cuero y demoraron más de siete meses en poder entrarlos”, señaló.

Néstor Cejas, secretario general del Sindicato del Cuero (SIC) y trabajador de la marroquinería, sostuvo que un grave problema de ambas industrias es la imposibilidad de que los obreros trabajen todo el año, ya que suelen ser enviados al seguro de paro de cuatro a cinco meses por período, con cada cambio de temporada. Otro problema de la marroquinería, agregó, es que el sector se va achicando ya que los empresarios apuntan a las exportaciones. Esto sucede debido a que la comercialización del cuero en pie hacia el extranjero por parte de los frigoríficos hace que se encarezca demasiado la materia prima en el país.

PESCA
Crisis europea, dólar bajo y conflictividad del sector

Según el presidente de la Cámara de Armadores de Embarcaciones Pesqueras del Uruguay (CAPU), Ricardo Piñeiro, los problemas que afectan fundamentalmente al sector pesquero son los derivados por la crisis europea- se exporta el 95% de la producción-, el aumento de los costos internos por el bajo precio del dólar y la alta conflictividad del sector. De acuerdo a Piñeiro, en 2010 tuvieron unos cinco meses de paro por reclamos salariales y en 2011 también se perdieron muchos días por la huelga del personal de descarga de los barcos. El Observador intentó hablar con miembros del sindicato de trabajadores del mar (SUNTMA), pero se negaron a hacer declaraciones.

“En crisis para cerrar no está, pero el sector está pasando por algunos problemas”, señaló el presidente del CAPU. Para Piñeiro, la principal medida que contrarrestaría la crisis es variar el tipo de cambio. El sector pesquero está incluido junto al calzado y la marroquinería para recibir apoyos del gobierno próximamente.

Otra de las realidades que ha golpeado esta industria es que desde el año 2005, 40 barcos han abandonado la bandera uruguaya (en la actualidad quedan 80). Se trata fundamentalmente de embarcaciones con capitales extranjeros que operaban con permisos uruguayos. El cambio de la legislación que establece que el 90% de tripulación tiene que ser nativa -antes era el 50%- determinó que muchas de estas empresas no encontraran esta situación rentable.

PLÁSTICO
Importar o morir

Desde la Asociación Uruguaya de Industrias del Plástico (AUIP) se habla de“golpe mortal” a esta industria con el aumento salarial del 32% que pactó el Ministerio de Trabajo con el UNTMRA para los trabajadores del sector. “Eso no lo podes aguantar porque tenés un dólar bajo, es muy difícil exportar, hay mucho proteccionismo dentro del Mercosur y estamos invadidos por productos asiáticos”, señaló la presidenta de AUIP, Esperanza Romariz.

Según datos de la empresaria, las importaciones de baja calidad atentan contra la industria. “Muchos supermercados importan las bolsas aunque no sean biodegradable, la competencia es muy desleal, nadie controla nada”, sostuvo.

Romariz señaló que la AUIP ya no se presenta en el Ministerio de Trabajo porque no se siente escuchada. Según indicó, la crisis se va a llegar muy fuerte al sector en 2012 y es factible que sobrevivan las empresas que se conviertan en importadoras.

MADERA
Burbuja pinchada

Las consecuencias de la crisis internacional también afectan seriamente a la industria de la madera, informó Fernando Oyanarte, secretario general del sindicato de la madera (Soima).

El estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos afectó mucho a los aserraderos. El pasado 31 de octubre la empresa norteamericana Wayerhaeuser mandó a 400 obreros al seguro de paro, si bien a partir del 1º de enero los reintegró para producir en función de las ventas. Sin embargo, otras empresas -concentradas básicamente en Rivera y Tacuarembó- tienen trabajadores en esta situación.

En el sector de de la celulosa, destacó Oyanarte, aunque los precios son buenos, el cambio en la forma de producción de manera semimecanizada a mecanizada hace que se reduzca la plantilla significativamente.

El sindicalista visualizó, además, como problema la venta de la madera casi sin valor agregado, lo que impide fijar el valor del producto.

METALÚRGICO
Crisis de crecimiento

A pesar de que el vicepresidente de la Cámara de Industrias del Uruguay, Gabriel Murara, señaló al sector metalurgico dentro del grupo de industrias en crisis, el presidente del gremio metalúrgico (UNTMRA), Hugo Domínguez, sostuvo que no puede hablarse de “crisis”, pero sí de que la actividad no está “acompasada con el crecimiento de la economía”.

Domínguez reconoció que el sector atraviesa por un período de estancamiento y que los principales problemas que aquejan al área metalúrgica es la falta de inversión, de competitividad y la organización del trabajo.

El presidente de UNTMRA destacó que en febrero se formará un consejo consultivo del sector integrado por el Ministerio de Industria y el Ministerio de Trabajo para analizar cómo se desarrollará el ramo de cara al desarrollo industrial del país y cómo se preparará frente al crecimiento de la entrada de material de importación.

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