Licencias médicas se duplicaron desde que el bps dejó de controlar
La cantidad de certificaciones médicas se disparó al doble desde que el BPS no es responsable de autorizarlas. La directora en el ente por los empresarios advirtió el riesgo de desfinanciamiento y reclamó volver al sistema anterior.
"Nos preocupa este aumento", reconoció la directora en representación de los empresarios en el Banco de Previsión Social (BPS), Elvira Domínguez, sobre el número de certificaciones médicas que el organismo estatal debió liquidar este año: en promedio, el doble de lo que se pagó en el año 2008 o el 2009.
Para Domínguez la única explicación de este incremento es el nuevo diseño en el sistema de certificaciones. A mediados del año pasado se eliminó la figura del certificador médico del BPS y basta con que el médico tratante del afectado informe el diagnóstico directamente al BPS y disponga los días de licencia que necesita para su recuperación.La directora del BPS discrepa con este mecanismo.
"Para que el sistema sea sustentable el BPS debería controlar más la certificación médica. El riesgo que estamos corriendo es que en algún momento esto no lo podemos seguir financiando", alertó a El País.
Para argumentar su posición, Domínguez presentó algunas cifras que muestran el crecimiento que ha tenido en los últimos años el número de subsidios por enfermedad.
En enero de 2008 el BPS certificó a 12.470 personas por un monto de $ 36 millones. En enero de 2011 certificaron prácticamente el doble: 23.788 por $ 80 millones.
En noviembre de 2008 hubo 16.000 liquidaciones por personas certificadas, lo que significó una erogación para el BPS de $ 50 millones. En el mismo mes, pero de 2011, se registraron 31.188 certificaciones a un costo de $ 110 millones.
Estos son solo dos ejemplos, puntualizó Domínguez, pero que sirven para marcar una tendencia que se repite mes a mes.
Aclaró que en este tiempo no aumentó al doble la cantidad de cotizantes (trabajadores cubiertos por la seguridad social), "por lo que no tiene que ver con eso".
"Si bien hubo un aumento, no fue tanto como para duplicar los certificados", consignó.
La jerarca advirtió que más allá de los costos para el BPS, el alto número de certificaciones médicas también tiene un impacto en la productividad de las empresas.
"Por más que el BPS es el que se hace cargo del subsidio por enfermedad, hay costos asociados que recaen sobre la empresa, y entre esos costos tenemos el de capacitar a alguien o tener que sustituir a ese trabajador en su ausencia".
Incluso antes de que el nuevo sistema se pusiera en marcha, Domínguez -que votó en contra del cambio- había advertido sobre un posible "aumento desmedido en las certificaciones" y una "baja en la productividad".
Para Domínguez no existen dudas: si un organismo otorga una prestación, debe verificar que se cumplan los requisitos para efectuarla.
"Nosotros desplazamos esa obligación de controlar y de determinar la enfermedad al sistema privado, a los efectores de salud externos. Ese hecho de desplazar la certificación es lo que seguramente explica este aumento en el número de certificaciones", insistió la directora del BPS.
PATOLOGÍAS. Las patologías más frecuentes por las que se expiden certificaciones médicas son, en las mujeres, problemas osteoarticulares, trastornos mentales y tumores (además de embarazo, parto y puerperio).
En los hombres los problemas más frecuentes por los que se certifican son traumatismos y enfermedades del aparato circulatorio.
Hay una definición internacional, que se llama "certificación por complacencia", que parece aplicar en este caso de aumentos de los subsidios por enfermedad, sostuvo Domínguez. "Es cuando el médico tratante no tiene nada que perder y nosotros no tenemos ninguna autoridad sobre ese médico para aplicarle alguna sanción al detectar que certificó cuando no debía hacerlo", argumentó.
"Ahí falta un control por oposición", destacó, aunque anunció que está previsto que en el futuro se realicen auditorias sobre las certificaciones.
Sin embargo, el tema de volver al sistema anterior será asunto central en unas reuniones con los empresarios que el BPS mantendrá a mediados de febrero próximo.
En esa instancia, Domínguez insistirá sobre los "enormes problemas" que origina al sector empresarial.
Citó como ejemplo cuestiones administrativas. "Hay demoras en que se cargue la certificación en el sistema y que el empresario tome conocimiento de que ese trabajador está certificado".
Explicó que este "período ventana" entre que el efector de salud le pasa la información al BPS puede generar conflicto en la relación entre el trabajador y el empresario y causar sanciones o despidos injustificados.
Cuando se lanzó el nuevo sistema se aseguró sin embargo que la comunicación entre el médico tratante y el BPS sería instantánea, ya que se hace a través de Internet.
Patologías frecuentes
Traumatismos
Otra de las patologías más frecuentes por la cual se expiden certificaciones médicas son las relacionadas con traumatismos, que son las enfermedades que involucran un daño físico en la persona. En muchos de los casos la patología está relacionada con situaciones laborales. En 2008, los traumatismos constituían el 8% de las certificaciones; en el 2010 representan el 9,5%.
Osteomioarticular
Es la enfermedad más frecuente como causa de incapacidad laboral temporal. Según un informe de la Dirección Técnica de Prestaciones del BPS no existen diferencias estadísticas significativas sobre su impacto en hombres y mujeres. En el 2008 la prevalencia de la enfermedad era del 14,5%. En el 2010, del 23%.
Aparato circulatorio
Las enfermedades relacionadas con el aparato circulatorio constituyen las patologías más frecuentes de certificación en hombres y se ha mantenido su porcentaje de prevalencia a lo largo de los últimos años: en el entorno del 4%. Otras de las patologías prevalentes son los tumores. También se expiden certificaciones por embarazo, un 6% en promedio.
Trastornos mentales
Las estadísticas de certificaciones médicas del BPS muestran que existió un cambio sustantivo en cuanto a la distribución del tipo de enfermedades que afectan a los trabajadores. Las psiquiátricas aumentaron a más del doble en los últimos diez años. Se pasó del 5,8% en 1999 al 12,5% en 2010.
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