“Un gran salto para la especie de hojalata”

El adiós
Cuando Robonaut 2 partió rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI) en febrero fue saludado desde la tierra por su hermano gemelo. Esa emotiva despedida entre los dos robots humanoides de última generación tuvo un motivo: según informó la propia NASA, “no hay planes de que vuelva” al mundo donde nació. Sin embargo, R2 no parece estar muy apenado por la noticia de que le dieron solo un pasaje de ida al espacio. Como explicó el propio R2 a través de su cuenta de Twitter: “Voy a vivir en la estación mientras la estación exista. ¡EEI de por vida!”
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Sin ofenderse ni ruborizarse, el robot humanoide de la NASA Robonaut 2 (o como le dicen en confianza, R2) responde a los tuits de sus casi 50 mil seguidores desde la Estación Espacial Internacional (EEI). Es que los mensajes que recibe desde la Tierra a través de esta red social varían desde preguntas frívolas como por qué usa un top de lycra, hasta mensajes agresivos deseándole el fin de su batería, e incluso interrogatorios de ciencia ficción como por ejemplo: “¿Los androides sueñan con ovejas eléctricas?”.

Fueron seis meses de viaje para R2 en el transbordador espacial Discovery, después de los cuales “despertó” el lunes pasado en la EEI y tuiteó desde su cuenta @AstroRobonaut: “¡Esos electrones se sienten bien! Un paso pequeño para el hombre, un salto enorme para el hombre de hojalata”.

Ese día, las cuatro cámaras que sirven como ojos y la infrarroja que tiene en la boca se encendieron en su cabeza dorada. R2 mostró entonces a sus seguidores la vista dentro del laboratorio estadounidense Destiny. Pero, recién el 1º de setiembre comenzará a mover sus dedos, manos y brazos.

“Claro que me gustaría poder mover la cabeza y mirar alrededor”, tuiteó R2.

Tecnología con límites

R2 es uno de los cuatro robots humanoides que ha creado la NASA. Pero no solo es el primero y único en haber viajado al espacio, sino que además, es el más avanzado de todos ellos.

Según la NASA, el robot es “capaz de alcanzar velocidades cuatro veces mayores que las del R1 (el primer modelo de este robot), es más compacto, más hábil y posee un rango de sensor más amplio y profundo”.

Sus brazos, por ejemplo, tienen siete grados de movimiento y pueden levantar hasta 10 kilos, además de manejar una amplia gama de herramientas e interfaces. Por ello está siendo probado como un posible auxiliar de astronauta.

Sin embargo, algo que no puede hacer este robot de 136 kilos de peso es tuitear. “Tengo amigos en la tierra que me ayudan con mi Twitter”, reconoció a través de su cuenta.

Pues esos amigos de la NASA han demostrado tener mucha creatividad y soltura al momento de responder las preguntas de los humanos. Por ejemplo, ante la interrogante: “Cuando derroques a tus amos humanos, ¿puedo estar de tu lado?”, R2 contestó: “¡Soy un robot amigable!”.

También ha tenido conversaciones amigables en código binario con algunos de sus seguidores. “01011001”, escribió. ¿Será el “jeje” de las máquinas?

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