Copa Libertadores Con un rato no alcanza

Una vez, hace años, refiriéndose elogiosamente a la reconocida técnica de los futbolistas brasileños, Julio Grondona dijo en forma por demás gráfica: "Y... los negritos son los mejores del mundo, no hay caso; el día que ellos se levantan mal y vos te levantaste bien, les podés ganar. Si no, es bravo".
Pues bien. Es cierto que Inter, al menos anoche, no estuvo ni cerca del campeón de la anterior edición de la Copa por más que cuenta con unos cuantos jugadores que estaban el año pasado.
También está claro que el que dirige el célebre Paulo Roberto Falcao es un cuadro "gaúcho", fuerte, "de raza" que, sin identificarse -por esa razón- con el fútbol más tradicional y clásico de los pentacampeones mundiales, tiene un toque argentino inocultable, a través del aporte de figuras como D´Alessandro, Guiñazú y Bolatti.
Sin embargo, vale lo que dijo Grondona hace años: Inter es un cuadro norteño, al fin y al cabo, y -por lo tanto, aunque más no sea por sus destellos, como ese de la jugada que terminó en golazo de Damiao- el rival tiene que estar en un buen día para ganarle.
El tema es que Peñarol estuvo en una buena noche. Por lo menos en los 45` inciales. Si bien no podría decirse que los aurinegros fueron un conjunto inspirado, porque ese pincelazo se lo puede dar Pacheco y a nivel internacional al "Tony" le cuesta seguir a rueda del pelotón sin que se le escape, el equipo dirigido por Diego Aguirre mostró una gran actitud, jugó enchufado, concentrado, con precisión, tanto para pasar la pelota como en la marca.
De esa forma, pues, Peñarol -si se quiere, ante un rival embarullado y hasta grotesco en la zaga, con un Guiñazú que pareció físicamente muy lejos del "Cholo" de antes y un D´Alessandro que pudo pasar muy pocos intentos de armado y llegada- lució aguerrido, metiendo algunas suelas "legales" como una que a los 30 segundos le arrimó Alejandro González al propio D´Alessandro para avisar la disposición con la que los aurinegros salieron a hacer valer su condición de locales y, además, inteligente y ordenado.
En suma, con Martinuccio jugando donde rinde más, que es como punta; con un firmísimo y resuelto Alejandro González; y con un Corujo que -juntándose con los dos anteriores- por momentos hizo que Peñarol (agregando a Pacheco) jugara casi con tres delanteros netos, el elenco de Diego Aguirre fabricó tres o cuatro llegadas profundas por los laterales en la primera parte y, con ese argumento, entonces, se fue ganancioso -con justicia- al cabo de los 45` iniciales.
Podría decirse que ese del primer tiempo, fue un Peñarol de nivel internacional, para nada relacionado con el cuadro entreverado que -pese a la racha triunfal en la actividad de entrecasa- se ve casi todos los fines de semana, lo que lo ha hecho sufrir más de una vez para conseguir rresultados favorables.
El asunto es que en el segundo tiempo, volvió "el otro" Peñarol. Podría afirmarse que Torres, en "la chiquita" en materia de sanción de faltas, lo fue "llevando" contra su área, aunque hay que reconocer que tanto Valdez como Darío Rodríguez pudieron ver la roja y no fueron expulsados.
Eso también es cierto; pero Peñarol se replegó, le dio la pelota y la cancha al Inter. Tal vez para paliar el único punto débil que los aurinegros mostraron en la primera etapa, donde hubo varias jugadas en las que el rival tuvo un hombre libre -ya fuera en una segunda pelota o una llegada- para rematar desde media distancia.
Lo real es que, como Peñarol pone un solo volante de marca, no frenó al Inter en el mediocampo y en una de esas jugadas que en la primera etapa salieron a tapar los hombres de la retaguardia, Damiao metió el balazo del empate.
Después, Peñarol quiso volver a ser el de antes, pero con Martinuccio en la derecha, y no en la izquierda, donde había generado mucho peligro en los 45` iniciales, y con el "Lolo" en la zurda, que no es su perfil más adecuado, los aurinegros atacaron, pero casi como frenados.
En definitiva, Peñarol "se levantó bien", como decía Grondona, pero estuvo así sólo un tiempo; y con eso, por más que pareció que el Inter no se había levantado igual, para ganarle a los brasileños, no alcanza.

Las estrellas

M. Corujo

Fue el autor del gol aurinegro. Se desdobló con fuerza y generó peligro.

A. González

Tuvo buen "timming" para anticipar y robar muchos balones. Marcó con fuerza.

Las cifras

7 PUNTOS sobre 12 ha conseguido Peñarol jugando como local en el estadio Centenario.
4 GOLES ha recibido Internacional en los 7 partidos que lleva disputados en la Copa.

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