Estonia 2 - Uruguay 0

Bajo un intenso frío y con una cancha repleta de hielo, Uruguay perdió ayer de manera sorpresiva 2-0 ante Estonia en amistoso disputado en Tallin.
Un par de malas respuestas de Juan Castillo y el pobre juego celeste terminaron condicionado el resultado ante un rival que, más allá de controlar la pelota en ciertos pasajes del encuentro, no hizo demasiado por el espectáculo.
El primer tiempo no fue bueno.
De arranque, los celestes, de la mano de Abel Hernández, se acercaron con peligro a la meta de los estonios.
A los 9´, el jugador del Palermo remató a distancia y la pelota pasó cerca del travesaño.
Un par de minutos después, el propio Abel enfrentó al arquero adversario, pero fue bien atorado por el guardameta, que restó el peligro.
La más clara de los de Tabárez fue a los 15´ cuando, en buena posición, una vez más remató Hernández, respondiendo bien Sergei Pareiko.
A pesar del prometedor arranque, el nivel del juego decayó dramáticamente.
El juego se hizo tedioso y, en ese contexto, los locales controlaron el balón y si bien merodearon el área, nunca llegaron a complicarle la vida a la última línea charrúa.
¿Y Uruguay? Muy poco. Sin generación de fútbol, el juego asociado y las jugadas de peligro brillaban por su ausencia. Las individualidades tampoco respondían.
Sin más se marchó un opaca, y helada, primera mitad.
Los celestes ingresaron decididos a llevarse a Estonia por delante en el complemento. Sin embargo, un par de remates al arco que contaron con la complicidad del arquero Juan Castillo, derribaron todas las buenas intenciones.
Uruguay quería y no podía cuando a los 61´Konstantin Vassiljev remató a distancia y la mandó a guardar. Es cierto, el pique del balón influyó, pero la respuesta de Castillo fue muy floja y así los charrúas se vieron en desventaja.
Los de Tabárez aún no reaccionaban cuando a los 66´ un corner bien servido desde la izquierda fue certeramente anticipado por Vjatseslav Zahovaiko. La pelota sorprendió a Castillo quien volvió a fallar y el resultado pasó a decir: Estonia 2-0 Uruguay.
Aunque parezca mentira, los antes mencionados habían sido apenas los dos únicos remates con peligro de los dueños de casa hasta ese momento.
¿Qué pasó hasta el final? Voluntariosos, pero sin fútbol, los celestes se fueron adelante en busca del descuento, pero, más allá de alguna intentona, poco y nada pasó. Es que no hubo ningún argumento como para cambiar la historia: nada por las bandas, poco juego colectivo, sin demasiado peso de las individualidades, sin variantes…
Uruguay cayó sorpresivamente ante Estonia y lo que es peor: a pesar de las fallas propias, las adversas condiciones climáticas y el mal estado del campo-aspectos que condiciaron y mucho-, jugó muy mal.

Estonia: Sergei Pareiko; Andrei Sidorenkov, Raio Piroja, Taavi Rahn, Enar Jaager; Dmitri Kruglov (Tarmo Kink 63´), Aleksandr Dmitrijev (Andres Oper 78´), Ats Purje (Sander Puri 57´), Martin Vunk; Jarmo Ahjupera (Vjatseslav Zahovaiko 56´) y Kaimar Saag (Konstantin Vassiljev 57´). DT: Tarmo Ruutli.
Uruguay: Juan Castillo; Maximiliano Pereira, Diego Lugano, Mauricio Victorino, Jorge Fucile (Andrés Scotti 68´); Diego Pérez (Sebastián Eguren 68´), Egidio Arévalo Ríos, Gastón Ramírez (Álvaro Pereira 55´), Abel Hernández; Sebastián Abreu (Sebastián Fernández 68´) y Diego Forlán. DT: Oscar Tabárez.
Goles: Konstantin Vassiljev (EST) 61´; Vjatseslav Zahovaiko (EST) 66´.
Amarillas: Tarmo Kink (EST) 71´.

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