Sin sorpresas

Era previsible aunque la Academia de Hollywood no quiso que lo fuera al abrir el juego postulando diez películas en la principal categoría. Y “El discurso del rey” terminó llevándose cuatro de los doce Oscar a los que estaba postulado.

Además de ser consagrada como mejor película, la producción británica se llevó los Oscar a mejor actor para Colin Firth, mejor director para Tom Hooper y mejor libreto original. A Natalie Portman le correspondió vivir el momento de gloria para El cisne negro, al ser consagrada mejor actriz.

Después de esos lugares de destaque, el medallero de la Academia mostró cuatro Oscar para El origen (sobre todo los referentes a usos tecnológicos, como efectos especiales, sonido, fotografía y edición de sonido); otros tres premios de segunda fila fueron a parar en manos de Red social (música, montaje, guión adaptado) y dos netamente artísticos fueron para El ganador: mejor actor de reparto Christian Bale y mejor actriz de reparto Melissa Leo.

Si se quiere, la única sorpresa de la noche se produjo al otorgarse el premio a mejor film extranjero, rubro en el cual Biutiful aparecía con ventajas en los pronósticos, aunque probablemente ello fuera porque se trataba del único título que tenía en su reparto a una figura muy conocida en la gran industria, como lo es Javier Bardem. Ese Oscar se lo llevó la película danesa En un mundo mejor, basada en la ira y la injusticia que sufre un niño, dirigida por Susanne Bier , de quien en Montevideo se estrenó ya cuatro de sus películas.

Lo previsible incluyó además el premio a mejor película de animación para Toy Story 3, porque los niveles de creatividad a los que se ha llegado en la factoría Pixar son tales que parece muy difícil que alguien pueda competir con ellos.

Casi como un relato paralelo a la premiación, fue el diseño de la gala que este año se jugó por la juventud al poner a Anne Hathaway y James Franco en la conducción. La renovación fue apenas epitelial porque el esquema de la entrega no pudo convertir en verdadera sorpresa lo que terminó siendo apenas algo diferente, como el invitar a Billy Cristal o el cierre con el coro de 64 niños de 10 años de una escuela pública de Nueva York cantando Over de rainbow.

Probablemente el hecho de que los costos de la ceremonia superaran los 30 millones de dólares podía haber supuesto un despliegue mayor al que realmente tuvo. Buena parte de esos dólares se fueron en la construcción de secuencias audiovisuales que alteraban películas para introducirles otros personajes o para hacer cantar cuando en realidad estaban hablando. Pasada la introducción que mostró a Hathaway y Franco navegando por dentro de las diez películas candidatas, después de encontrarse con Alec Baldwin que venía a seguir en la conducción, y disparados de ese viaje a través de una secuencia de Volver al futuro, nada llamó la atención. No es un dato menor saber que aparte del costo, para la gala trabajaron tres mil personas.

La joven Jennifer Lawrence, nominada a mejor actriz por su papel en Lazos de sangre había sido la primera en pisar la alfombra roja desfilando con un sexy vestido rojo del diseñador brasileño Francisco Costa (de la casa Calvin Klein), seguida por Mark Ruffalo, Amy Adams y Melissa Leo.

De esa manera comenzaba una gala que pretendió recuperar el esplendor perdido tras las medidas de austeridad tomadas con la crisis de Wall Street. Un dato más que elocuente lo daba el menú elegido para la cena del gobernador, que siguió a la entrega de premios: las hamburguesas y los pollos que lucieron en los dos últimos años fueron sustituídas por langosta y sushi.

En pos de ese despliegue fue otra vez la cadena ABC que levantó la señal desde Hollywood y tenía todo calculado para ganar un 14% más que el año pasado (estimaba unos 65 millones de dólares de ingreso por publicidad), aunque esta vez la Academía abrió el juego hacia otros medios de comunicación, por Internet y, sobre todo, el uso del Twitter.

El humor volvió a ser la mejor herramienta de Hollywood para animar una fiesta. En ese rubro hay que hacer una mención especial al papel jugado por el viejo Kirk Douglas, burlándose de su bastón, entusiasmándose con los ojos puestos en Hathaway y haciendo entrar en el juego al muy británico y serio Colin Firth. Pero las vistosidades musicales a las que antes se recurría, esta vez fueron aplacadas con simples interpretaciones de las canciones que se disputaban el Oscar.

La gala tuvo además un ligero tono histórico anunciado desde el comienzo, cuando aparecieron proyectadas imágenes de Lo que el viento se llevó y Titanic, después incrementada con Bob Hope, el tradicional adiós a quienes fallecieron en la temporada (con Celine Dion cantando Smile para que no se cayera en las lágrimas fáciles), y el uso de la mencionada Over de rainbow para terminar la gala.

Claro que la felicidad que vivía anoche Hollywood en parte tenía que ver con asuntos financieros, por la muy buena recaudación que cosecharon las diez películas que estaban nominadas en la principal categoría, unos 1.460 millones de dólares.

Colin Firth: mejor actor

El actor británico ganó el premio por su papel del tartamudo rey Jorge VI de Inglaterra en El discurso del rey. “Es un gran honor, posiblemente el más grande que haya tenido”, dijo emocionado el actor de 50 años al agradecer a todo el equipo de la película.

Christian Bale: mejor actor de reparto

El actor británico ganó por su representación de un ex boxeador adicto al crack en El ganador. “Es fantástico y muchas gracias por hacer un trabajo que para todos los actores significó algo”, dijo Bale al dirigirse expresamente al director de la película, David 0. Russel.

Tom Hooper: mejor director

El director de El discurso del rey, es un aficionado a la historia que se hizo sobre todo un nombre en la televisión con series basadas en personajes que dejaron huella en el mundo. “Quiero felicitar a mis compañeros nominados en esta categoría”, dijo tras recibir el Oscar.

Melissa Leo: mejor actriz de reparto

“No me lo esperaba. No tengo palabras para agradecerle a Dios por regalarme este momento tan maravilloso”, dijo la actriz de El ganador. “Agradezco a mis compañeros actores por su elección, y por supuesto a mi familia por el apoyo incondicional”.

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