Nuevo paso hacia la recuperación del entorno de varios kilómetros de vía férrea en Garzón

 Con la firma entre la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE), la Intendencia de Maldonado y el Municipio de Garzón del pasaje de cinco estaciones de trenes (entre ellas la de Garzón) al gobierno departamental, se abre paso un proyecto de restauración del mobiliario vial existente.

El alcalde Nazareno Lazo suscribió el documento por el gobierno local, habilitando el avance de  una idea presentada en su momento por el intendente Enrique Antía.

La puesta en valor del edificio de la icónica estación de pueblo Garzón, el uso de áreas próximas a la vía como un parque lineal y la operación de vagones entre Garzón y José Ignacio sobre 20 kms de largo constituyen objetivos a alcanzar.

Entre 1930 y 1940 pueblo Garzón alcanzó a tener 2.100 habitantes con todos los servicios.

Tuvo un movimiento intenso con carpinterías, media docena de herrerías y comercios que crecieron a torno a un molino harinero y con una campaña muy poblada.

Los viernes de molienda se veía gente a caballo, en carro y en sulqui provenientes de las cercanías del pueblo y una vez al mes la feria ganadera generaba un movimiento importante.

En la década del '50  Leopoldo Lazo, el dueño del molino, lo vendió y sus motores fueron trasladados a Rivera, aunque aún existían carpinterías, herrerías y aserradero.

Progresivamente al retirarse la gente del campo hacia las ciudades, estos servicios dejaron de ser necesarios en la escala que estaban planteados.

Existían familias que tenían actividad comercial en torno a la plaza como los Massud, de origen árabe, y dueños de un almacén de ramos generales en el que actualmente funciona el hotel Garzón.

Otras familias de comerciantes eran los Maissonave y los Pereira Amatti, nativos del pueblo.

En el presente la llegada de nuevos vecinos, provenientes de países vecinos y aún de Estados Unidos y Europa, agrega nuevos perfiles a la jurisdicción garzonense que enfrenta el desafío de perfilar un nuevo desarrollo.