La región árabe registra los niveles de desempleo más altos del mundo

 Un nuevo informe destaca los altos niveles de empleo informal en la región, que representan alrededor de dos tercios del empleo total, y que son consecuencia de los cambios demográficos, la inestabilidad política y los bajos niveles de estabilidad fiscal y monetaria.


La región árabe registra los niveles más altos de desempleo en todo el mundo, especialmente entre las mujeres y los jóvenes, con 14,3 millones de personas ya desempleadas antes de la pandemia de la COVID-19. Esta realidad cuestiona la capacidad de los mercados laborales árabes, y en particular del sector formal, para generar empleo equitativo y suficiente, tal como subraya un informe publicado hoy por la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental (CESPAO) y la Oficina Regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para los Estados Árabes.

El informe, titulado Towards a Productive and Inclusive Path: Job Creation in the Arab Region  (Hacia un camino productivo e inclusivo: Creación de empleo en la región árabe), destaca los altos niveles de empleo informal en la región, que representan alrededor de dos tercios del empleo total y que son consecuencia de los cambios demográficos, la inestabilidad política y los bajos niveles de estabilidad fiscal y monetaria.

La Secretaria Ejecutiva de la CESPAO, Rola Dashti, subrayó la falta de igualdad de género en los mercados laborales árabes, ilustrada por la menor participación de las mujeres como propietarias de empresas y los escasos puestos de alta dirección que suelen ocupar.

"Debemos desafiar las percepciones discriminatorias de género en los mercados laborales para que las mujeres puedan evolucionar en sus carreras y sacar provecho de sus buenos niveles de educación", afirmó.

Por su parte, la Directora Regional de la OIT para los Estados Árabes, Ruba Jaradat, subrayó cómo la pandemia de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de abordar los déficits preexistentes en el mercado laboral de la región, especialmente los que afectan a los trabajadores más vulnerables.

"El impacto de la crisis ha sido especialmente devastador para los jóvenes, las personas con discapacidad, las mujeres, los trabajadores informales, los migrantes y los refugiados. Es importante que desarrollemos una hoja de ruta orientada a la acción para avanzar en una recuperación centrada en las personas, y construir un futuro mejor que ofrezca seguridad económica, igualdad de oportunidades y justicia social", subrayó.

El informe también identifica varios sectores especialmente afectados por la pandemia en la región, como la industria manufacturera, el alojamiento, el sector inmobiliario y las actividades empresariales y administrativas, en los que 39,8 millones de personas están bajo la amenaza de despidos o reducción de salarios y/o de horas de trabajo.

Además, el informe constata que los sistemas de formación y los programas educativos no están en consonancia con las necesidades del mercado de trabajo, lo que provoca un importante desajuste de competencias. De hecho, el 40 por ciento de los propietarios de empresas afirman que la inadecuada formación de la mano de obra es un obstáculo en la región.

El informe también señala las contradicciones entre el discurso político y las realidades del mercado laboral. Mientras que los responsables políticos defienden constantemente el papel de las pequeñas empresas en la creación de puestos de trabajo, éstas tienen la tasa de crecimiento de empleo más baja de la región, el 1 por ciento anual.

Entretanto, la agitación y los conflictos políticos siguen siendo el principal obstáculo en la región que perjudica el rendimiento de las empresas, afecta a la confianza de los inversores y los consumidores y, en consecuencia, limita la inversión y el consumo.

En estas circunstancias, Jaradat subrayó la necesidad de trabajar con los gobiernos árabes y los interlocutores sociales para promulgar las reformas que se necesitan urgentemente.

"Con la combinación correcta de políticas, los marcos de coordinación adecuados y la participación efectiva de los representantes de los trabajadores y de los empresarios, podemos garantizar una recuperación satisfactoria y una transición efectiva hacia un futuro laboral más inclusivo", afirmó Jaradat.

"Cada crisis puede ser una oportunidad. Los retos actuales se superarán construyendo mejor y asegurando que en el futuro los mercados laborales de la región árabe ofrezcan prosperidad a sus generaciones más jóvenes, eviten que la gente caiga en la pobreza y reduzcan las desigualdades", concluyó Dashti.

El informe ofrece orientaciones a los responsables políticos para reducir los déficits del mercado laboral, especialmente en el sector formal, y liberar el potencial de este sector para que se convierta en un importante motor de crecimiento económico y de creación de empleo decente en toda la región.

©Organización Internacional del Trabajo (OIT)-22/08/2021 

Comentarios