Estación Mal Abrigo Monumento Histórico Nacional

 En el departamento de San José, en el kilómetro 124 de la ruta 23 se encuentra la localidad de Mal Abrigo, cuya estación de ferrocarril será declarada Monumento Histórico Nacional el próximo sábado 21 de agosto, a las 11:00 horas. 


Participarán del encuentro, que contará con todas las medidas sanitarias y de protocolos vigentes, autoridades nacionales y departamentales y oficiarán como oradores el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, el director de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, William Rey Ashfield y el director general de Cultura de la Intendencia de San José, Pablo Pucheu.

Mal Abrigo surgió como extensión de las líneas de ferrocarril que unieron San José de Mayo (capital del departamento) con las localidades de Rosario y Puerto Sauce, en agosto de 1899. Tres años después comenzó la línea Mal Abrigo–Mercedes. Las tierras que ocupó la estación fueron adquiridas por la compañía del Ferrocarril Central del Uruguay,  en 1898. En diciembre de 1899 se crearon las primeras cinco manzanas del poblado y las primeras calles. En 1907 comenzó a funcionar la primera escuela pública N.º 60.  En 1931 se instaló la Junta Local y en julio de 1935 se presentó al Parlamento un proyecto de ley por el cual se elevaba a la categoría de pueblo con el nombre Manuel Artigas al núcleo de población denominado Mal Abrigo, proyecto, aprobado en la Cámara de Representantes al año siguiente, aunque no fue sancionado. El pueblo se amplió gracias a las viviendas de Mevir, en setiembre de 1977.

Hace unos años, a iniciativa de un grupo de vecinos, se comenzó con una serie de actividades que  puso en valor el lugar y encaró el rescate del patrimonio ferroviario. Hubo diferentes acciones del Estado y de la sociedad civil que hacen que el enclave de Mal Abrigo sea hoy un punto de interés cultural y turístico. 

Origen del nombre

Mucho se ha hablando del origen del nombre Mal Abrigo, erróneamente adjudicado al sacerdote Dámaso Antonio Larrañaga. Lo concreto es que Larrañaga, en el famoso diario del viaje de Montevideo a Paysandú, en 1815, cuenta que salió de San José el 3 de junio por la tarde "costeando el río San José" y en la noche durmieron en la estancia de Baca pasando el arroyo Espinillo, a siete leguas de la ciudad. Al día siguiente vadearon el Paso del Chaná tomaron la cuchilla "teniendo siempre a la vista por la derecha el río San José y por la izquierda las asperezas de Mahoma". Luego, “a las cinco y cuarto de la tarde llegamos a la estancia de Casco, que dista de San José unas 14 leguas", pasando una mala noche: “Esta la pasamos bien incómoda, pues  el frío y el cuidado de los perros rabiosos me despertaban a cada momento; y cuando esperaba que al acercarse la mañana dormiríamos, tuvimos la desgracia de tener la ramada llena de gallos que a competencia nos cantaban al oído.” El 5 de junio Larrañaga anota: "Así que salió el sol recibimos un chasque de don Manuel Villagrán, que tuvo la bondad de conducir un pliego que escribimos al señor General en jefe desde la Venta del Mal Abrigo, avisándonos que dicho señor General no estaba en Mercedes y que aún se halla en Paysandú, a donde había remitido nuestro oficio el mismo día 6 en que llegó a la villa." La estancia en la que estuvo Dámaso A. Larrañaga está a unos setenta kilómetros de San José de Mayo, mientras que Mal abrigo se encuentra algo menos de cuarenta. Y queda claro que no fue él el responsable del nombre con que aún hoy se conoce a esta localidad.  (Tomado de “Diario de viaje de Montevideo a Paysandú”, Dámaso A. Larrañaga. Colección Clásicos universitarios. Ediciones Universitarias. Udelar, 2016)

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