Gobierno de Canelones aprobó plan de manejo del Área de Protección Ambiental Cuenca Media Solís Grande

 En reunión de la Comisión Administradora del Área de Protección Ambiental Cuenca Media del Solís Grande, que se realizó a través de videoconferencia y en la que participaron representantes de la Intendencia de Canelones, el Municipio de La Floresta, estudiantes y docentes del Centro Universitario Regional Este (CURE) de la UdelaR, Comisión de Fomento de Jaureguiberry, Sociedad de Fomento Rural Picaso, vecinos y vecinas de la zona, se anunció la aprobación del Plan de Manejo del Área de Protección Ambiental (APA) Cuenca Media del Solís Grande por parte del ejecutivo de la Junta Departamental, instrumento de gestión que desde ahora se traduce en una normativa departamental. 


Dicho instrumento contempla medidas de protección de los valores ambientales del entorno, cuyos puntos focales son la protección de la calidad del agua, el campo natural, bosque nativo y el patrimonio cultural de la zona, tomando como punto de partida los resultados del plan de monitoreo ambiental.

RESULTADOS DE PLAN DE MONITOREO

Durante la reunión de trabajo, y en el marco del plan de manejo, se presentó un completo informe de diagnóstico y recomendaciones como parte del sistema de monitoreo ya instalado, herramienta fundamental que forma parte de las estrategias de preservación del área. En este contexto, autoridades departamentales anunciaron, además, un importante acuerdo de la Intendencia de Canelones con la Sociedad de Fomento Rural Picaso para continuar avanzando en aspectos vinculados a la protección del área.

Del informe de monitoreo de las principales áreas de interés ambiental –base del plan de manejo, realizado por equipo técnico del CURE y la Intendencia de Canelones– se llegó a la conclusión de la enorme riqueza ambiental que presenta la cuenca media del arroyo Solís Grande.

El arroyo Tío Diego y sus alrededores se destacan por la diversidad de ambientes, cuyo monte nativo presentó la mayor riqueza de especies, identificándose ocho especies nativas. En el informe se sugiere, además, preservar los cuerpos y cursos de agua, así como los ambientes de espartillares.

Respecto a la fauna presente en el entorno, se detectó a través de cámaras trampas y otras técnicas de muestreo que en la zona convive una gran diversidad de fauna: mulita, zorrillo, gato montés, manopeladas, zorro perro, guazubirá, tatú, carpincho y zorro gris, entre otros. En total existen ocho especies nativas de anfibios, entre ellas, ranita trepadora, ranita hocicuda, sapito de jardín, rana boyadora grande, rana criolla, macaquito y escuerzo chico. Asimismo, se destaca la importancia de la pradera inundable, ambiente con condiciones ideales para la población de anfibios.

Durante la investigación se relevaron ambientes de pastizales naturales (campo natural inundable y no inundable), bosques nativos y humedales (juncal, espartillar, caraguatal y pajonal). En total se identificaron 75 especies y 810 individuos. Los sitios más relevantes identificados fueron los humedales de espartillar, que ocupan 370 hectáreas del área, así como también pastizales inundables. En estos ambientes vive una de las espacies de aves que forman parte del sistema nacional de áreas protegidas, se trata de la especie Spartonoica maluroides, comúnmente conocida como espartillero enano, además de encontrarse el burrito plomizo (Porzana spiloptera), ambas especies consideradas vulnerables a nivel internacional y raras en nuestro país.

Al mismo tiempo, se viene trabajando en un plan de monitoreo participativo en tres sitios de cangrejales, identificándose principalmente cangrejo violinista (Uca uruguayensis) y cangrejo excavador (Neohelice granulata), ubicados principalmente en la margen este y oeste del arroyo Solís Grande.

En cuanto a especies de flora nativa presentes en el territorio, cuyos sitios de muestreo fueron los bosques nativos, el campo natural y los humedales, se detectaron 220 especies, siete de ellas prioritarias para la conservación. Se encontró una zona de bañado ácido o turbera, que contiene a la Drosera, una de las pocas plantas carnívoras nativas. El monte nativo, especies de monte psamófilo y campo natural conviven en esta área territorial de enorme valor ecosistémico.

Además, se encontraron parches de espartillar, vegetación de suelos arcillosos, los cuales se encuentran en muy buen estado de conservación y son de gran relevancia para aves y cangrejos principalmente.

De acuerdo con lo relevado, se concluye que existe una gran riqueza ambiental en la zona, donde sorprende el hallazgo de las turberas o bañados ácidos, espacios ambientales de gran singularidad y naturalidad donde habitan gran cantidad de organismos y abundante cantidad de flora y fauna.

En líneas generales, el estado de conservación de la zona se considera bueno, si bien hay especies exóticas dentro del monte nativo y algunas especies de aves y vegetación se encuentran en estado de vulnerabilidad. El plan de manejo aprobado prevé medidas de contención para la protección del área, que tomará como insumo los resultados del plan de monitoreo.

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