Ministerios y entidades académicas coordinarán una Estrategia para un desarrollo ambiental sostenible

Este jueves 6 comenzó el proceso de elaboración de una “Estrategia de largo plazo para un desarrollo bajo en emisiones y resiliente al clima”, por parte del Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático, integrado por once ministerios, entidades académicas y de investigación. Las autoridades consideraron imprescindible un análisis de largo plazo y afirmaron los compromisos de Uruguay en la materia.

En la conferencia participaron, desde Torre Ejecutiva, la ministra de Vivienda, Irene Moreira, y, mediante una plataforma digital, el ministro de Ganadería, Carlos María Uriarte. Ambos jerarcas encabezan el Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático en carácter de presidenta y vicepresidente, respectivamente.

El mencionado sistema coordina y planifica las acciones para la prevención de los riesgos y la mitigación y adaptación al cambio climático. Nuclea a once ministerios, el Congreso de Intendentes y el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae), así como a entidades académicas y de investigación, que participarán en calidad de invitadas.

Además de los jerarcas citados, intervinieron mediante la plataforma digital de comunicación Zoom el subsecretario de Industria, Walter Verri; el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas; la ministra interina de Relaciones Exteriores, Carolina Ache; el subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, y la subsecretaria de Educación y Cultura, Ana Ribeiro. También se hizo presente en la sala de conferencias el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado. El director nacional del Sinae, Sergio Rico, el director ejecutivo de AUCI, Mariano Berro, y Guzmán Ifrán, representante del Área de Descentralización de OPP, observaron el encuentro.

Moreira inició la jornada con la puntualización de las causas del cambio climático, vinculadas a la actividad agropecuaria, la generación de energía, los modos de transporte y la generación de residuos. Indicó que sequías, inundaciones y olas de frío y calor demuestran que Uruguay se enfrenta a una alta variabilidad climática que se potenciará, lo que requerirá una respuesta coordinada y eficiente. Señaló que para la atención al cambio climático es necesario un análisis a mediano y largo plazo.

Gases como el metano permanecen 15 años en la atmósfera y el dióxido de carbono puede estar 100 años en el ambiente. Por este motivo, la ministra consideró primordial el control de las emisiones a la atmósfera. Si no se logra ese objetivo, se profundizarán los impactos del cambio climático en las futuras generaciones, advirtió.

La jerarca indicó que esta iniciativa se enmarca en un proceso amplio que prioriza aspectos ambientales y mencionó la reciente creación del Ministerio de Ambiente, que consideró de especial relevancia en todo lo relacionado con la temática del cambio y la variabilidad climática.

Por su parte, Uriarte afirmó que los recursos naturales se deben cuidar hoy más que nunca, porque son la base de la producción ganadera. Ubicó a Uruguay como el país más ganadero del mundo y destacó el compromiso del Gobierno en producir recursos con cuidado ambiental.

Salinas detalló los problemas sanitarios que surgen como consecuencia del cambio climático a corto plazo (como inundaciones), y a largo plazo (incremento de la temperatura media, por ejemplo). Para contener el incremento de patologías, mencionó la ampliación de los programas de vacunación y el control de vectores que transmiten enfermedades, como el caso del mosquito Aedes aegypti.

Entre las medidas que apoyará este ministerio, mencionó un programa de capacitación en cambio climático y salud, sistemas de alerta temprana frente a aumentos extremos de la temperatura, junto con el Sinae y Meteorología, y un plan nacional de adaptación al cambio climático en el área de la salud.

Electrificación del sistema de transporte será impulsado durante esta administración

Verri recordó más de 80 medidas de adaptación y mitigación con metas a 2025 que presentó el país, entre las que se encuentra la reducción a la mitad de la emisión de gases de efecto invernadero por unidad de producto bruto interno. Reconoció que Uruguay diversificó la matriz energética, producto de un acuerdo multipartidario, que hoy se analiza “para dotarlo de nuevos desafíos”.

Citó el transporte (60%) y la industria (15%) como las principales actividades que emiten gases de efecto invernadero en el país. En materia de cambio climático, en Uruguay se incrementó la temperatura en un grado Celsius en los últimos 60 años. Destacó el informe de balance energético de 2019, que destacó el 98% de fuentes energéticas renovables, y adelantó que la cartera impulsará la electrificación vehicular y el cambio de la matriz de movilidad de combustibles fósiles a electricidad.

Ache reiteró el compromiso uruguayo con el Acuerdo de París y con la preparación de una estrategia de largo plazo para un desarrollo con bajas emisiones de gases de efecto invernadero, cuya meta es la mejora de la capacidad de adaptación al clima sin comprometer la producción de alimentos.

Señaló que se deben cuidar las comparaciones simplistas porque refuerzan malos entendidos, generan perjuicios y desvían el foco de las negociaciones en la materia. “Por eso es que la estrategia debe reflejar la firme voluntad del Uruguay de sumarse a la mayor brevedad posible en la nomina de Estados parte del Acuerdo de París que ya presentaron sus planes a largo plazo”, definió.

“No podemos imaginarnos otro país que no sea un Uruguay natural, turístico, con energías renovables, donde no solo nosotros sino también los turistas cuiden el ambiente”, expresó Monzeglio. El jerarca indicó que la cartera que dirige colaborará para que el transporte turístico se reconvierta en eléctrico, en línea con el desafío planteado por su par de Industria.

Finalmente, Ribeiro aspira a que el país cuente con una ciudadanía activa y consciente sobre los riesgos del cambio climático, con un abordaje didáctico en todos los productos culturales que se desarrollen. Informó sobre su participación en el encuentro de los referentes de las Escuelas Asociadas de la Unesco (conocidas como Red PEA), que incluye 150 centros educativos uruguayos que trabajan en sintonía con las prerrogativas de ese organismo: la educación en clave de protección ambiental, respeto a la diversidad y la promoción de la tolerancia.

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