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Los aranceles bilaterales entre China y Estados Unidos están alterando la competitividad mundial en beneficio de las empresas que operan en países que no están directamente afectados por esas tarifas, entre ellos los de la Unión Europea, Japón, México y Canadá.
Los aranceles que se impusieron mutuamente Estados Unidos y China el año pasado, provocando una guerra comercial entre ambas naciones, tendrán un “efecto principalmente distorsionador” en el comercio internacional, concluye un nuevo estudio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo presentado este lunes en Ginebra.
“Debido al tamaño de sus economías, los aranceles impuestos por Estados Unidos y China tendrán inevitablemente repercusiones significativas en el comercio internacional", destacó la responsable de la división de comercio internacional de la UNCTAD, Pamela Coke-Hamilton.
Asimismo, indicó que el comercio bilateral entre ambas potencias económicas verá reducido su volumen “y será sustituido por el comercio procedente de otros países".
El informe considera que empresas de terceros países absorberán alrededor del 82% de los 250.000 millones de dólares en exportaciones chinas sujetas a aranceles estadounidenses, que un 12% continuará en manos de empresas chinas y que alrededor del 6% llegarán a suelo norteamericano.
Por el contrario, también estima que las compañías de otros países captarán el 85% de los 85.000 millones de dólares en exportaciones estadounidenses expuestas a aranceles chinos, las empresas de EE.UU. retendrán menos del 10%, mientras que las firmas chinas captarán sólo alrededor del 5%.
De acuerdo con los datos de la UNCTAD, los resultados se producirán en diversos sectores que van desde la maquinaria a productos derivados de la madera, y muebles, equipos de comunicación, productos químicos e instrumentos de precisión.
La Unión Europea, la gran beneficiada
La razón para que se produzca este fenómeno es simple, apunta la Conferencia: los aranceles bilaterales alteran la competitividad mundial en beneficio de las empresas que operan en países que no están directamente afectados por ellos.
Los principales beneficiados de esta situación serán las economías más competitivas como la de la Unión Europea que probablemente absorberá unos 70.000 millones de dólares del comercio bilateral entre EE.UU. y China (50.000 millones de dólares de las exportaciones chinas a los Estados Unidos y 20.000 millones de dólares de los envíos estadounidenses a China).
Japón, México y Canadá serán otros de los países beneficiados ya que cada uno de ellos captarán más de 20.000 millones de dólares.
Así, por ejemplo, los casi 27.000 millones de dólares que podría llegar a recaudar México representan alrededor de un 6% de sus exportaciones totales.
Un buen negocio, pero con riesgos
No obstante, el estudio también desataca que este escenario puede provocar tendencias negativas en los países más beneficiados por esta lucha comercial.
Un ejemplo de esta situación se produce con los aranceles chinos sobre la soja estadounidense que han provocado efectos distorsionadores en el comercio de varios países exportadores, como Brasil, que se convirtió en el principal proveedor de soja del país asiático.
Así, los productores brasileños se mostraron reticentes a realizar inversiones que podrían carecer de rentabilidad si se revocan los aranceles, ya que el tamaño y la duración de éstos no está clara.
El impacto en los países pobres
Otras preocupaciones añadidas son el impacto que las disputas comerciales puedan ocasionar en la economía mundial y que más países se unan a la contienda provocando una escalada de políticas proteccionistas a nivel mundial.
La UNCTAD destacó la importancia de contar con un buen funcionamiento del sistema de comercio multilateral global que sea “capaz de desactivar los impulsos proteccionistas y mantener el acceso de los países más pobres a los mercados”, ya que las políticas proteccionistas suelen ser las que más les perjudican.
Finalmente, también preocupa un posible efecto dominó que llegue a afectar a países y sectores involucrados en esta contienda.
Por ejemplo, el informe destaca la probabilidad de que el alto volumen de exportaciones chinas afectadas por aranceles estadounidenses sea el que más afecte a las cadenas de valor de Asia oriental, ya que la UNCTAD estima que podrían contraerse en unos 160.000 millones de dólares.
Las actuales tensiones comerciales alcanzaron su punto de máxima tensión a principios de 2018, cuando China y Estados Unidos se impusieron mutuamente aranceles por valor de 50.000 millones de dólares.
La confrontación se intensificó rápidamente, y en septiembre Estados Unidos impuso un incremento de un 10% en aranceles a las exportaciones chinas por un valor de unos 200.000 millones de dólares.
De inmediato, China respondió aplicando aranceles sobre las importaciones procedentes de los Estados Unidos por un valor de 60.000 millones de dólares.
El acuerdo alcanzado entre ambas partes el pasado mes de diciembre congeló hasta el 1 de marzo de 2019 el aumento previsto inicialmente por el cual los aranceles debían aumentar del 10 % al 25% a inicios de 2019.
©ONU.
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