Comisión del Río Uruguay realizó batimetría frente a Salto para proyecto de puerto de barcazas.

En el marco del proyecto del gobierno de Salto de construcción de una terminal de barcazas, la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) realizó la batimetría de un área próxima a la capital de ese departamento, cuyo resultado fue transferido a la Administración Nacional de Puertos (ANP). La propuesta es promover el transporte fluvial para la carga procedente de Paraguay y del norte de Uruguay y de Argentina.


La CARU realizó la batimetría (medición de profundidad) en un área de ese curso hídrico, en las proximidades de la ciudad de Salto, donde la intendencia departamental proyecta construir un puerto de barcazas. Integrantes del Departamento de Navegación del organismo binacional realizaron las tareas solicitadas por la Dirección de Obras de la comuna de ese departamento y la información obtenida fue transferida a la ANP.  

La terminal se ubicaría a ocho kilómetros en línea recta al sur del actual puerto de la capital salteña, en una zona navegable apta para la operativa de barcazas tipo Missisipi, que podrían movilizar carga del norte uruguayo y argentino y desde Paraguay hacia el puerto coloniense de Nueva Palmira o el de Montevideo, indicaron desde la Intendencia de Salto.

La CARU informó que se trabajó el miércoles 15 y el jueves 16 en una zona de 850 metros en sentido longitudinal del río Uruguay por unos 550 metros en sentido transversal, sobre la ribera de este curso de agua, en la costa uruguaya.

Los técnicos de la institución que participaron del relevamiento fueron acompañados por personal de la comuna salteña en la embarcación Ibirapitá, perteneciente al organismo.

El presidente de la delegación uruguaya ante la CARU, Gastón Silbermann, expresó a la Secretaría de Comunicación Institucional que esa institución ya tomaba registros batimétricos en el tramo del río comprendido entre las proximidades de las ciudades de Paysandú y Salto, como parte del proyecto de dragado del río Uruguay.

Sostuvo, además, que “la navegación diurna (entre ambas ciudades) es segura”, aunque se debe continuar trabajando en el registro de las profundidades de calado.

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