Consultores de Unesco participan en elaboración de la Política Nacional de Gestión Integral del Riesgo de Desastres.

En el marco del Proyecto Enhans, que busca incrementar la resiliencia frente a los riesgos de origen natural en América Latina, autoridades del Sinae recibieron a consultores de Unesco, quienes participan de la elaboración de la Política Nacional de Gestión del Riego de Desastres. Las estrategias que asuma el gobierno deben estar vinculadas a la concientización y sensibilización de la población, afirman los expertos.


El proyecto que se desarrolla en Ecuador, Chile, Perú y Uruguay busca generar capacidades a nivel técnico, científico y en materia de innovación tecnológica para el conocimiento de las amenazas naturales en los países de la región. Se aplica además una metodología de análisis de desastres denominada Análisis Forense de Desastres (Forin), herramienta que pone énfasis en los procesos de construcción de riesgos de desastres.

En diálogo con la Secretaría de Comunicación Institucional, Lavell explicó que estas instancias de intercambio, de las cuales también participan otros cuatro expertos internacionales, permiten incorporar aspectos que definen una primera política nacional sobre gestión del riesgo.

Según el experto, Uruguay es un país donde no hay mucha conciencia de la importancia del riesgo del desastre. Esto se debe a que el país no sufrió eventos de gran  magnitud como otros países de la región.

“Las estrategias que asuma el gobierno deben estar vinculadas a la información, concientización  y sensibilización de la población”, subrayó Lavell.  Si bien no corresponde realizar recomendaciones, como parte del proceso se establece una estrategia  que ampare una estructura y una lógica coherente con las situaciones de riesgo que vive el país.

Por su parte, Alonso Brenes,  observó que los lineamientos de Forin tienen mucho que ver con las políticas que Uruguay emprendió para el abordaje del riesgo, algo que considera “no es muy común en encontrar en países de la región, por lo que es una sorpresa muy agradable verlo aquí en Uruguay”.

Al mismo tiempo, considera que hay una claridad conceptual y operativa de cómo el riesgo debe ser abordado entre distintos sectores del desarrollo, pero también cómo debe ser afrontado a través de procesos de articulación a nivel territorial. “Existe una conciencia muy clara respecto a las necesidades para mejorar procesos de generación y capacidades científicas”, puntualizó.

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