Ehrlich considera necesario compartir actos de memoria para poder mirar juntos al futuro

Los actos de memoria son necesarios para "recordar y honrar" a los que sufrieron, pero también para “recordar y honrar a quienes no desviaron su mirada y actuaron pensando en que el mejor legado era el de la afirmación de la dignidad”, dijo el ministro Ricardo Ehrlich en transmisión simultánea por radio y televisión con motivo del Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto.

El ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, recordó que un 27 de enero, hace 69 años, se abrieron las puertas de Auschwitz-Birkenau, el mayor campo de exterminio nazi. Señaló que en 2005 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas designó ese día como Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto. 

En esta resolución, las Naciones Unidas recuerdan que el Holocausto "tuvo como resultado que un tercio del pueblo judío e innumerables miembros de otras minorías murieran asesinados", "rechaza toda negación (…) del Holocausto como hecho histórico" y "condena sin reservas todas las manifestaciones de intolerancia religiosa, incitación, acoso o violencia contra personas o comunidades basadas en el origen étnico o las creencias religiosas, dondequiera que tengan lugar".

Ehrlich dijo que este año se cumplen los cien años del inicio de la Primera Guerra Mundial. Dijo que las atrocidades vividas en esa época incluyeron “desde el exterminio directo hasta las más diversas maneras de exclusión, segregación, discriminación y dominación”. 

Además dijo que ya pasaron casi tres cuartos de siglo desde la liberación de Auschwitz, pero “aun cuando se ha avanzado sustancialmente en la adopción de normas jurídicas internacionales sobre derechos humanos, ello no ha evitado nuevos genocidios. Por ello es necesario realizar actos de memoria como el de hoy, no solo para  la condena de la barbarie, de la intolerancia, sino para construir contextos sociales, nacionales e internacionales que contribuyan a que esos terribles males sean impedidos, evitados, y que nunca más ocurran”.  

Ehrlich considera que los actos de memoria son necesarios para recordar y honrar a los que sufrieron, pero también para “recordar y honrar a mujeres y hombres que en todos los tiempos no desviaron su mirada, que actuaron pensando en que el mejor legado era el de la afirmación de la dignidad, en los tiempos de derrota y en los tiempos de construcción de nuevos sueños”.

Uruguay se suma a esta conmemoración y reafirma que “ninguna afrenta contra la dignidad del ser humano nos puede ser lejana o ajena. Nuestra voz y nuestra acción siempre son necesarias. Como nunca, nuestra suerte en cada lugar del planeta está ligada a la de los otros, no es posible desvincular nuestros destinos. Por eso, como nunca, la consigna del ahora es vivir juntos, aprender a vivir juntos”. 

En tal sentido, dijo que aprender a vivir juntos implica apostar a construir un mundo de cultura, educación y conocimiento para todos, “concebir la sostenibilidad del desarrollo apoyado en una cultura de paz, apoyado en una cultura que permita que el ser humano valga por lo que es y no por lo que consume; implica construir nuestras sociedades sobre el principio de la igualdad en derechos, sociedades capaces de disminuir las distancias en su seno y fortalecer la convivencia; implica sentir cada afrenta contra la dignidad del ser humano como un dolor y una pérdida para toda la humanidad; implica combatir permanentemente la intolerancia bajo todas sus formas; significa considerar nuestra formidable diversidad como nuestra mayor riqueza”.

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