Elton John llegará mañana en avión privado a Carrasco


Por motivos de seguridad, el hermetismo reina en la producción de Elton John. Sin embargo, El País confirmó que el artista arribará mañana en su avión privado a Carrasco y se hospedará en el Hotel Radisson.



Si lo llamáramos por su nombre real, Reginald Kenneth Dwight, pocos acertarían de quién se trata. El cantante, pianista y compositor británico hará un repaso de sus cuatro décadas de trayectoria en el espectáculo Elton John Rocket Man-Greatest Hits Live, mañana a las 21 horas en el Gran Parque Central. Es su segunda visita a Montevideo y vuelve al mismo escenario donde actuó en noviembre de 1995 con Sheryl Crow como invitada especial.

Viene de descollar en el Festival de Viña del Mar con una seguidilla de clásicos que mereció todos los premios de la Quinta Vergara. Las exigencias del astro pop con estatus de Sir están dirigidas especialmente a preservar su privacidad y descanso, por eso la producción local mantiene total hermetismo y sólo reveló cuáles son los requerimientos para acondicionar su camerino y alimentar al séquito que lo acompaña. En Chile pidió estar lejos de los periodistas, aunque una cámara de Nat Geo Latinoamérica registró el proceso de traslado y montaje de las toneladas de equipamiento que utiliza en las giras. Actualmente en Sudamérica tiene en rotación dos pianos de cola.


Su comitiva está integrada por 56 personas, entre las que se cuentan los músicos, técnicos de sonido y asistentes de imagen.

Está previsto que llegue al Aeropuerto Internacional de Carrasco mañana pocas horas antes del espectáculo en un avión privado (Gulfstream 4), y que duerma en la suite presidencial del Hotel Radisson, según una fuente allegada a la organización. Su banda integrada por Davey Johnstone en guitarra, Kim Bullard en teclados, Matt Bissonette en bajo, John Mahon en percusión y Nigel Olsson en batería arribó esta tarde. A Chile viajó sin su familia y se recluyó en un motor home de lujo -con Internet, televisión satelital, cama de dos plazas, baño y cocina- en el predio donde ofreció el espectáculo. También disfrutó de una zona al aire libre sobre un perímetro de pasto artificial, otro de sus requerimientos para evitar el polvo.

La prueba de sonido habitualmente queda a cargo de sus músicos mientras él se dedica a dormir, comer frutas, ensaladas y beber agua. Al Gran Parque Central irá recién cuando esté todo listo directo a su camerino de 60 metros cuadrados, climatizado a determinada temperatura, con flores en perfecta sincronía de colores y algunas especies de palmeras (quizás esto último sea lo más excéntrico entre sus berretines). Tampoco puede faltar la televisión con canales de deportes.

El concierto, en el que interpretará sus grandes éxitos -desde Your song hasta Candele in the wind, pasando por Daniel, I`m still standing, Don`t let the sun go down on me, entre muchos otros títulos- se emitirá en directo y en calidad HD por TCC (los abonados a esta señal de cable deberán abonar $ 200 para recibir la señal).

Generalmente el artista se mueve acompañado por tres agentes de seguridad, uno de ellos tiene la misión de chequear con anticipación los espacios y accesos por donde pasará. Y viajan con él dos técnicos dedicados a cuidar el piano que tocará esa noche y que ocupa casi la totalidad de un container. El músico publicará un nuevo disco en septiembre titulado The diving board con trece nuevas canciones que produjo junto a su eterno socio Bernie Taupin, más enfocadas a su instrumento, y a los géneros góspel, blues y jazz.

En una entrevista concedida al periódico Usa Today, el hombre de lentes color rosa aseguró que en el presente se siente "el hombre más afortunado del mundo", porque desde que dejó el alcohol y el consumo de cocaína hace 22 años, su vida ha sido "un viaje de placer". "Tengo hijos, que yo pensé que nunca tendría y mi vida es un deleite constante".

Con 65 años, John dedicó mucho tiempo, dinero y varias páginas a batallar contra el Sida. Publicó recientemente el libro Love is the cure (El amor es la cura), en pos de erradicar el estigma con el que cargan los infectados por el virus y aquellos grupos más vulnerables a contraer la enfermedad, como los homosexuales y los usuarios de drogas intravenosas. "Creo que hay que deshacerse de ese estigma, es el mayor obstáculo para el progreso. Tenemos que dejar la ignorancia y el odio. Es muy idealista decir que el amor es la cura, pero realmente lo es", opinó, diciendo que en cierto aspecto se arrepiente de no haber adoptado esta causa mucho antes, porque perdió docenas de amigos y eso lo sumió en una crisis muy profunda.

La combinación de alcohol, cocaína, desórdenes alimenticios y un temperamento monstruoso lo llevaron en una época a hacer escándalos si no le gustaban las cortinas del hotel en donde se hospedaba y cayó en la promiscuidad, al punto que hoy considera un milagro no haberse infectado de HIV. "Estaba fuera de control, cambiaba o iba a morir", relata en el libro hoy, desde un presente luminoso.

Una gira de éxitos
La producción puso a la venta más plateas para el espectáculo que el astro pop ofrecerá mañana en el Gran Parque Central. Están disponibles en locales de Red Pagos de todo el país y en la página virtual de TickAntel a precios que van desde $ 830 a $ 9.300. En la previa actuará el dúo folclórico Copla Alta.

Elton John se presentó anoche en el estadio Vélez Sarsfield de Buenos Aires. Después de Montevideo la gira por Sudamérica continuará con cuatro fechas en Brasil y una en Paraguay.
El País Digital

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