Hace 80 años el fútbol vivió su cambio


Bernardo Glücksmann era, en la década de 1920, el principal empresario cinematográfico en Montevideo, tenía una casa de venta de artículos eléctricos y era dirigente de Peñarol. Para recompensar a los futbolistas, distribuía entradas para sus cines; los más destacados recibían una radio, por entonces el electrodoméstico más importante. En otros casos, los jugadores eran atraídos a un club con la promesa de un buen empleo. Claro que por debajo de la mesa también recibían algo de dinero, pero oficialmente el fútbol era amateur y supuestamente se jugaba "por amor a la camiseta".
En 1932, al cabo de un largo y polémico proceso, ser futbolista se convirtió en una profesión en Uruguay. El 30 de abril de ese año, hace ahora ocho décadas, nació el régimen profesional; el 22 de mayo siguiente comenzó el primer Campeonato Uruguayo bajo ese sistema. Una fecha trascendente, que dividió la historia en dos eras.
A principios de la década de 1930, muchos reclamaban un sinceramiento del ambiente del fútbol. Hacía años que se pagaba a los jugadores, pero como oficialmente eran amateurs, los clubes maquillaban sus balances presentando insólitos gastos en rubros como materiales de limpieza. Pero el detonante fue la adopción del profesionalismo en Argentina en 1931. Muchos futbolistas cruzaron el Plata atraídos por las buenas remuneraciones. Bajo el riesgo de quedar desmantelados, los equipos uruguayos se decidieron a ingresar al nuevo régimen.
NOTICIA. La medida fue noticia fuera de fronteras. El 3 de mayo de 1932, el diario ABC de Madrid señalaba: "Según los cronistas más leídos, el régimen profesional devolverá al fútbol uruguayo la clase, que se considera en baja, y cuya superioridad mundial se puso se relieve en los Juegos Olímpicos". Y eso que en aquellos momentos Uruguay era campeón del mundo...
Los dirigentes de Central fueron los primeros que se pronunciaron a favor del profesionalismo. Luego se sumaron Capurro y Rampla Juniors. A principios de 1932, el dirigente de Nacional Roberto Espil elaboró un proyecto en ese sentido, que fue elevado a la Asociación. Poco después, la asamblea de socios de Sud América apoyó la medida. En Peñarol hubo alguna resistencia interna, pero la elección de nuevas autoridades favorables al cambio -encabezadas por el arquitecto Juan Scasso, el "padre" del Estadio Centenario"- terminó de inclinar la balanza.
El 29 de abril de 1932 se creó la Liga Uruguaya Profesional, con solamente 10 clubes: Peñarol, Rampla Juniors, Nacional, Defensor, Wanderers, River Plate, Bella Vista, Central, Sud América y Racing, según las posiciones que ocuparon al final del torneo. El 12 de mayo se creó la Junta Dirigente, una especie de parlamento futbolístico que hasta la década de 1970 sería el máximo órgano de la Asociación. Cuatro días más tarde se fijó el calendario del Uruguayo, que se jugaría a tres ruedas. La primera fecha fue la siguiente: el domingo 22 de mayo, Peñarol-River Plate en el Centenario, Wanderers-Racing en Belvedere y Bella Vista-Defensor en el flamante Parque José Nasazzi; el miércoles 25, Nacional-Sud América en el Estadio y Central-Rampla en la cancha de Peñarol en Pocitos. Además, se estableció que los dos grandes se alternarían en el Centenario sábados y domingos.
HISTORIA. Peñarol resultó campeón del certamen por amplio margen, escoltado por Rampla. La mala campaña repercutió en Nacional, que para el año siguiente contrató a Nasazzi, Petrone, Labraga y al brasileño Domingos Da Guía: los lujos que permitía el profesionalismo.
La implantación del profesionalismo fue vista como un nuevo comienzo para la actividad, aunque los clubes (salvo River) y los jugadores eran los mismos de antes. Eso determinó que con el tiempo la historia se dividiera en forma casi tajante en dos etapas, amateurismo y profesionalismo, con cierto olvido para la primera, pese a que involucra los primeros títulos internacionales, las medallas olímpicas y el Mundial de 1930. Es una forma bastante singular de establecer el relato, lo cual no ocurre en el resto del mundo, salvo Argentina (donde esfuerzos recientes de estudiosos como los del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol tratan de cambiar esa postura).
El interés del público se tradujo en buenas asistencias e importantes recaudaciones, celebradas por la prensa. El paso del tiempo fue enfriando aquellos entusiasmos. Pese a que la asistencia de público conoció alzas y bajas, en sus ocho décadas siguientes el régimen profesional nunca llegó a ser próspero. Se pasó al criticado "amateurismo marrón" a un "profesionalismo en alpargatas". De cualquier manera, la decisión era inevitable y los males económicos del fútbol respondieron siempre a causas más profundas que el simple hecho de pagarle un sueldo a los jugadores.

LAS CIFRAS

50

centésimos costaba la tribuna Olímpica para el partido Peñarol-River en el Uruguayo 1932.

1

peso la entrada a la platea América, precio fijado por Sud América ante Nacional.

Insólito: un aviso en los diarios

El partido Peñarol-River de 1932 fue fijado para las 14:45 horas. Peñarol citó a su plantel a través de los diarios: debía presentarse en la puerta G del Centenario a las 14:20. Apenas 25 minutos antes del comienzo del partido…

River: 11 días antes del torneo

El Club Atlético River Plate se fundó 11 días antes del comienzo del torneo, a partir de la fusión de Olimpia y Capurro. No prosperó en cambio la unión de Colón, Racing y Lito ante la oposición de la asamblea de socios de Colón.

Celestes: vestían entonces de rojo

En 1932, Uruguay jugó dos amistosos ante Argentina, los primeros tras el Mundial de 1930. En esos encuentros, Uruguay estrenó la camiseta roja: según informó El País, porque los partidos no eran organizados por la AUF, sino "solamente autorizados".

$ 8.000

Un primer balance favorable en boleterías

El primer balance del régi-men rentado resultó favorable, aunque la asistencia a aquellos partidos suena hoy escasa. En la segunda fecha, Nacional-River vendieron 6.445 entradas, con una recaudación de $ 2.413,50; Sud América-Peñarol colocaron 11.481 entradas, por $ 4.309. "Recaudaciones como estas que dejamos anotadas, no se conocen en treinta años de football amateur", comentó EL PAÍS. Esa etapa, en total, registró 21.196 localidades vendidas, con una recaudación de casi 8 mil pesos. Hay que tener en cuenta que la población de Montevideo era aproximadamente la mitad de la actual.

PROTESTAS

La costumbre de continuar los partidos en la Liga

El torneo de 1932 empezó con una sorpresa, porque en el primer partido oficial de su historia, River Plate consiguió empatarle a Peñarol (1-1). Ambos clubes protestaron el partido ante la Liga, según lo permitían entonces los reglamentos: River aseguró que el gol rival se había originado en un tiro libre mal concedido, mientras que Peñarol reclamó por un gol mal anulado a Arremón. Las protestas fueron desestimadas, aunque en otros casos, el tribunal llegó a conceder goles o penales, si los testigos de los errores arbitrales eran convincentes (obviamente no había videos para comprobarlo). Esa norma fue derogada en 1932.
LUIS PRATS - Ovación

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