Como cada año que finaliza, decenas de personas fueron sorprendidas en las calles de Ciudad Vieja por el agua que arrojaron funcionarios desde las distintas oficinas públicas.
Algunos sin querer y otros intentando eludir a los potenciales tiradores, padecieron el ser bañados en agua, sobre todo a una cuadra de la Plaza Matriz.
También, como es habitual, fueron arrojados los calendarios 2012, que marcan la finalización de un año que termina y la bienvenida de otro que empieza.
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