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Ser periodista en México es una tarea peligrosa. A los cárteles del narcotráfico no les agrada que alguien publique información sobre sus actividades. Las consecuencias de informar suelen ser una sentencia de muerte.
Una de las pocas medidas paliativas dispuestas por el gobierno de México es otorgar cursos de entrenamiento militar a los trabajadores de los medios. En ellos se enseña cómo protegerse de una balacera, liberar rehenes y primeros auxilios.
El País Digital con información de AFP
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