UNASUR reclamó diálogo entre Venezuela y EE.UU. en el marco del derecho internacional

El ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, encabezó la reunión extraordinaria de cancilleres de la UNASUR que se realizó en Quito, Ecuador, en la cual los cancilleres del bloque llaman al diálogo entre Venezuela y Estados Unidos en el marco del pleno ejercicio del derecho internacional, la no intervención en otros países, el respeto al orden institucional venezolano y el apego a la democracia del continente.

Acompañado por el secretario general del bloque, el expresidente colombiano, Ernesto Samper, el canciller uruguayo leyó dos comunicados donde se expresa el respaldo pleno al orden institucional de Venezuela y se reafirma la vigencia del derecho a la no intervención, además de la defensa del principio de la preservación de la paz en la región.

Ambos comunicados fueron aprobados por todos los cancilleres de los países que integran la UNASUR. Una de las resoluciones rechaza el decreto de Estados Unidos que considera a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria. La UNASUR entiende que este decreto es “una amenaza injerencista a la soberanía y al principio de no intervención”. El texto añade una solicitud formal para que Estados Unidos inicie el diálogo entre ambos países.

La UNASUR reafirmó su apego a la vigencia del derecho internacional y la solución pacífica a los conflictos. También subrayó su apoyo al más amplio diálogo político en Venezuela, “convencidos de la importancia del mantenimiento del orden constitucional y la democracia, con la plena vigencia de los derechos humanos”. Por este motivo, la UNASUR subraya su respaldo a los próximos comicios a celebrarse en Venezuela.

En este encuentro participaron los cancilleres de Argentina, Héctor Timerman, de Bolivia, David Choquehuanca, de Brasil, Mauro Vieira, de Colombia, María Ángela Holguín, de Ecuador, Ricardo Patiño, de Guyana, Carolyn Rodrigues- Birkett, de Perú, Gonzalo Gutiérrez, de Surinam, Winston Lackin, de Venezuela, Delcy Rodríguez, de Paraguay, Eladio Loizaga, y el canciller chileno, Heraldo Muñoz. La declaración fue aprobada por unanimidad.