191 años de la Batalla de Ituzaingó.

Fue librada el 20 de febrero de 1827 y que significó la victoria lograda por el “Ejército Republicano” argentino-oriental de las Provincias Unidas, sobre el ejército imperial brasileño en la llanura de Ituzaingó –próxima al paso del Rosario sobre el río Santa María, territorio de las Misiones Orientales (Río Grande do Sul), en la “Campaña de Brasil” (1826-1828), la que contribuyó a la conquista de nuestra independencia definitiva.


El Ejército Republicano, bajo el mando supremo del brigadier general Carlos María de Alvear, se hallaba integrado por los más destacados jefes argentinos y orientales de la época y el Imperial se encontraba al mando del Marqués de Barbacena. Entre los primeros además de Alvear, figuraban el Coronel Félix Olazábal, Coronel Federico Brandzen, Coronel José María Paz, Coronel Juan Lavalle y Coronel Tomás de Iriarte.

Entre los Orientales se encontraban Lavalleja, en ese entonces Gobernador Provisorio y Capitán General de la Provincia Oriental, al mando de las Milicias Orientales, que formaban la vanguardia del ejército, el Coronel Eugenio Garzón, el Teniente Manuel Correa, el Coronel Buenaventura Alegra, el Coronel Pablo Zufriategui, el Coronel Manuel Oribe, el Coronel José de Olavaria, el Coronel Anacleto Medina, entre otros. Después de seis horas de combate, el Marqués de Barbacena ordenó la retirada. Las bajas que sufridas por las fuerzas, fueron en el Ejército Imperial 1300 y el en el Ejército Republicano 300 aproximadamente.

El Gobierno de las Provincias Unidas premió más tarde a los Jefes vencedores con los “cordones y la medalla de Ituzaingó", exalto a memorial al Coronel Federico Brandsen muerto heroicamente en la acción.

Es a partir de esta primera época que el Batallón “Florida”, el 24 de febrero de 1829, recibe el legado de su uniforme y el uso de los cordones que atraviesan su pecho y la medalla fijada en la manga del brazo izquierdo, que reconocen el comportamiento heroico en combate demostrado durante esta Batalla.
Los cordones son de color celeste para Soldados, blanco para clases y Sub Oficiales. De color plateado para SS.OO. Subalternos y dorado para Jefes Nuestro primer Jefe, el Coronel don Eugenio Garzón tuvo una destacada participación en las decisiones tácticas que tomó el Brigadier General Carlos María de Alvear que hicieron posible la victoria.

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