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Crearon vivero en Cardal para reforestar los márgenes del embalse Paso Severino.

Vecinos de Cardal instalan vivero de especies nativas para reforestar los márgenes del embalse Paso Severino, principal fuente de agua potable del país, y generan mayor conciencia ambiental en la comunidad.


Con el objetivo de contribuir con la restauración del monte nativo de la cuenca del Río Santa Lucía, integrantes de la Sociedad de Fomento de Cardal crearon —a partir de un proyecto apoyado por el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD)— crearon un vivero de especies nativas para reforestar las márgenes del embalse Paso Severino, principal fuente de abastecimiento de agua potable del país. Además, capacitan a la comunidad local para lograr una mayor conciencia ambiental y estimular iniciativas similares.

La tala del monte nativo, el uso de herbicidas y el uso inadecuado del suelo fueron determinantes para la toma de acción y punto de partida del proyecto Vivero Plantas Nativas Cardal.

Frente a esta situación, un grupo de integrantes de la Sociedad de Fomento de Cardal, conformado por cinco mujeres y dos hombres, presentaron esta propuesta de gestión ambiental.

“Consideramos necesario reforestar el monte nativo de la zona como medida de contención frente a un mal uso de la tierra que lo rodea y la contaminación del agua”, relata Gerald Atrio, coordinador del proyecto. “Teníamos, además, un local con amplio terreno y gente con ganas de capacitarse”, añade.

Para llevar adelante la iniciativa, la agrupación debía producir especies nativas, difíciles de conseguir hasta ese momento en los viveros de la zona.

Fue así que el proyecto tomó forma con la propuesta de la instalación del Vivero Plantas Nativas Cardal.

Este espacio tiene hoy una extensión de 400 m² y cuenta con un invernáculo de 48m². Hasta el momento la agrupación produjo 6.000 ejemplares de flora nativa.

Los integrantes del colectivo brindan, además, charlas en las escuelas y liceos locales sobre biodiversidad y especies originarias de la zona. Como parte del ejercicio de sensibilización, el alumnado recibe las especies generadas en el vivero y las custodia hasta el día de su plantación.

Atrio destaca varios aspectos positivos del proyecto: “lo que veo día a día y comparto con los compañeros del vivero son las ganas de hacer las cosas bien y saber que estamos llevando adelante algo que tiene futuro”.

“No nos vamos a sentar en la sombra de los árboles que estamos plantando. Serán los otros que vienen detrás nuestro los que se beneficiarán. Somos parte de una pequeña comunidad que está cuidando el agua que va a tomar la mitad del país”, agrega.

El colectivo realiza el trabajo de forma honoraria junto con los equipos de Biodiversidad de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) y el de Desarrollo Sustentable de la Intendencia de Florida, con apoyo del PPD.

Consultado sobre las expectativas del proyecto, señala que aspiran a seguir capacitándose y a “cumplir con los objetivos, produciendo en el vivero las plantas necesarias para la restauración… haciendo esto que nos apasiona a todos”.
©PNUD

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