Murro destacó que Uruguay fue un país de emigración pero desde 2010 recibe migrantes de todo el mundo.

“Uruguay fue un país de emigración durante 60 años y desde 2010, en forma positiva, es uno de inmigración”, señaló el ministro de Trabajo, Ernesto Murro, durante la presentación de la Unidad de Migración de la cartera. "Somos un país abierto que da la bienvenida y otorga derechos y obligaciones a quienes llegan", definió.


"La gente se iba de Uruguay por razones económicas o políticas y, felizmente, desde 2010 es un país de inmigración", recordó Murro, este jueves 25, en la presentación de la Unidad de Migración, creada recientemente en el Ministerio de Trabajo, en el marco de la estrategia de la Cultura del Trabajo para el Desarrollo.

Esta oficina trabajará de forma transversal con las diferentes direcciones del ministerio en base a las regulaciones y controles para el cumplimiento de las normas laborales y derechos fundamentales en el ámbito laboral, tanto para los extranjeros que trabajan en el país como para los uruguayos que retornan en los últimos años. Para el jerarca, esta unidad "permitirá analizar la información con otros organismos estatales, organizaciones sociales y aprovechar de mejor manera esta ola inmigratoria".

Murro explicó que hace unos años la inmigración provenía de Argentina y Brasil, pero en los últimos "se está ampliando notoriamente el origen de las personas que llegan a trabajar en el país”, así como el de jubilados o empresarios que vienen a invertir.

Agregó que "es el país de América con mayor cantidad de convenios bilaterales y multilaterales de seguridad social para la protección de los trabajadores migrantes y de las empresas que llegan al país en lo referente al traslado temporario de trabajadores y a la acumulación de años para la jubilación".

"Uruguay es un país de avanzada con la ley N.º 18.250 de 2008, que establece la igualdad de oportunidades de derechos y obligaciones de trabajadores nacidos en el país y fuera de sus fronteras", subrayó.

"Ahora se está ante nuevas realidades", afirmó, y ejemplificó que la mitad de quienes llegan tienen estudios superiores y muchos de ellos acceden a empleos que no se corresponden al nivel educativo. "Se debe de ver cómo mejorar esta situación en beneficio de ellos y del país", enfatizó.

"No hay que olvidar que la inmigración es un derecho humano y, por lo tanto, Uruguay está en contra del racismo, de la xenofobia, de los muros que cada vez son más grandes en el mundo", resaltó. "Somos un país abierto, que da la bienvenida y otorga derechos y obligaciones a quienes llegan", enfatizó.

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