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Bonomi: Los homicidios bajaron 9,6 % y las rapiñas 3,7 % en 2016 en todo Uruguay.

“Los homicidios bajaron 9,6 % y las rapiñas 3,7 % en todo el país el año pasado”, resaltó el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, al responder este miércoles a la interpelación que le realizó la Cámara de Representantes. Añadió que esa tendencia continuó en enero, con una nueva caída en el primero de los delitos, esta vez de 10 %, y de 5,3 % en el segundo caso, mientras que los hurtos descendieron 5,4 % en igual lapso.


“En 2016, los homicidios han tenido una caída muy pronunciada de 9,6 % en Uruguay y de 15,6 % en Montevideo”, destacó Bonomi este miércoles 15 en la interpelación de la Cámara de Representantes, la primera vez en la historia del cuerpo que se hace para informar sobre seguridad en el fútbol.

Bonomi recordó que “el momento de mayor crecimiento de homicidios en el país fue el período 1990-1994, con un aumento de 27 %.

Explicó que “en los últimos cinco años comenzó a crecer el motivo del conflicto entre criminales como el factor explicativo” y detalló que desde 2012 a 2015 el peso de los homicidios por esta causa pasó de explicar 29 % a 36 %. “En términos proporcionales, un aumento del 24 %”, especificó.

“Si analizamos la perspectiva histórica de las últimas dos décadas, observamos una tendencia a la concentración de los homicidios en Montevideo, indicó. En 1995 eran 48 % del total y en 2015 fueron 59 % de todos los homicidios perpetrados en Uruguay.

“Pero desde el año pasado esta situación cambió”, advirtió, para luego añadir que “los homicidios resultantes del conflicto entre criminales y los homicidios cometidos en el marco de rapiñas o hurtos fueron los que más descendieron y los que explican en grandes proporciones la merma global de ellos”.

Precisó, además, que “la tasa de homicidios promedio desde América Central hacia el Sur es 24,3 cada 100.000 habitantes, mientras Uruguay tiene una tasa de 7,6”. También se refirió a la tasa de aclaración de homicidios donde en Uruguay es de 60,8 %.

Bonomi puso a modo de ejemplo para los diputados que la del FBI (Federal Bureau of Investigation), en Estados Unidos, es de 61,5 %, “con la diferencia de que en Uruguay un caso está aclarado cuando la justicia procesa al sospechoso por la causa imputada y para el FBI, en cambio, un homicidio está aclarado cuando el fiscal resuelve llevar el caso a la justicia, aunque el juez, después, considere que el acusado es inocente”.

Las rapiñas siguen a la baja

El ministro Bonomi también hizo referencia a las rapiñas que “en Uruguay han tenido un crecimiento constante que, a pesar de variaciones puntuales a la baja en algún año aislado, pasaron de 1.578 en 1985 a 20.348 en 2016”.

“Nos propusimos alterar esta realidad con una meta ambiciosa de alcanzar una reducción de un 30 % en el último año de este período de gobierno”, resaltó.

En este proceso, “la rapiña bajó en todo el país un 3,7 % durante 2016”. “La tendencia de crecimiento promedio acumulado desde 1985 fue de del 10 % y, en 2016, no solo dejó de crecer, sino que bajó”, subrayó.

Indicó que “en Montevideo el descenso fue de 4,7 % y en toda el área metropolitana (incluye parte de Canelones y de San José), de 4,5 %”. "Esto no es fruto de una acción puntual de la policía que tuvo un resultado inesperado, no hay improvisación”, sostuvo.  

Explicó que “la distribución de los delitos en Uruguay no es homogénea en el territorio nacional”. Detalló que “en 2016, el 94,7 % de las rapiñas se concentraron en el área metropolitana”. El año pasado, en Montevideo, ocurrieron el 80,3 %, en Canelones  el 13,2 % y en San José el 1,2 %.

Agregó que además “de tener una tendencia a concentrarse en determinadas zonas, también suceden en franjas horarias específicas del día, en particular entre las 17 horas y la medianoche”.

Dijo que, en este marco, la estrategia orientada a reducir las rapiñas tiene tres pilares con un rol central del nuevo sistema de patrullaje basado en evidencia con el Programa de Alta Dedicación Operativa (PADO).

Otro pilar es la extensión del sistema de videovigilancia en el área metropolitana, que implica la instalación de 3.200 cámaras que se suman a las actuales. El tercero, son las reformas legislativas que se acordaron en las reuniones multipartidarias.

Puntualizó que el PADO cuenta con 1.000 personas dedicadas exclusivamente al patrullaje, de los cuales 500 corresponden a la Jefatura de Montevideo, 250 a la de Canelones, 50 a la de San José y 200 a la Guardia Republicana.

Para este nuevo patrullaje, que comenzó el 11 de abril, se identificaron 28 microterritorios en Montevideo, 19 en Canelones y cinco en San José, en los que se desplegó de manera intensiva en los horarios de mayor ocurrencia de delitos.

Valoró que el PADO permitió bajar todos los delitos violentos: copamientos 59,7 %, violencia privada 21,8 %, lesiones graves 14,6 %, homicidios 12,5 %, violaciones 5,9 %, atentados 5,2 %, violencia doméstica y amenazas 4,9 %, lesiones personales 4,7 %, atentado violento al pudor 3 %.

Dijo que para mejorar la seguridad “han recomendado hablar con el exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, pero “estamos hablando con sus asesores desde 2011 y se firmó un convenio con quien fue su jefe de Policía, el comisionado William Bratton, y nos está asesorando la policía de Nueva York en los fuertes sistemas de control de gestión”.

Seguridad en el fútbol

“Somos muy conscientes de la situación que vivimos, somos parte de la sociedad y sabemos que la seguridad y la convivencia son los temas que más preocupan a los uruguayos”, expresó Bonomi al repasar la situación en el fútbol profesional uruguayo.

“Hay que tener memoria para entender el presente”, afirmó el ministro y repasó hechos históricos desde la primera suspensión de un clásico del fútbol uruguayo en 1905.

“No estamos diciendo que no hay problemas de violencia en el deporte, pero queremos ubicar en la dimensión real esta situación que hoy vivimos, que fue creciendo en las décadas anteriores por opción, omisión o incapacidad”, señaló.

Desde su punto de vista, “se considera de extrema gravedad lo sucedido en el frustrado partido clásico entre Peñarol y Nacional que no se jugó y en el que no hubo muertos ni heridos de por vida ni lesiones graves, aunque sí ocurrieron incidentes”. Acotó que se tomaron “las medidas necesarias para evitar que esas situaciones extremas de riesgo de vida no sucedieran y las evitamos”, sentenció.

“La investigación, la acción de la justicia y el accionar de la Policía arrojó luz sobre el tema y permitió que se comprendiera mejor la necesidad de la seguridad privada en las tribunas, que se tomaran las medidas para la instalación de la cámaras de identificación facial en el estadio Centenario, el Parque Central y el Campeón del Siglo, así como un sistema de cámaras móviles para llevar a otros estadios”.

“También llevó a que las entradas se vendan fuera de los estadios donde se disputan los encuentros deportivos y con la obligación de presentar cédula de identidad”, concluyó.
©Presidencia.

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